El vertido de lixiviados al suelo o a ríos y mares por parte de camiones de basura puede convertirse en un delito medioambiental. Así lo establece el Proyecto de Ley del Senado (PLS) 54/2016, presentado por el senador Cássio Cunha Lima (PSDB-PB). El texto suma este tipo de conductas a los delitos ambientales vigentes en la legislación (Ley 9.605/1998).
El purín es una sustancia líquida que resulta del proceso de descomposición de materiales orgánicos y que suele encontrarse en vertederos y vertederos. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación provocada por un litro de lixiviados equivale a 100 litros de aguas residuales domésticas. Además, los residuos impiden el desarrollo de la flora y la fauna del lugar donde se ubican.
Para justificarlo, Cássio Cunha Lima afirmó que la fuga de lixiviados de los camiones de basura se ha convertido en una práctica común en varias ciudades brasileñas, y que la sustancia requiere un correcto envasado y tratamiento.
“Si bien la Ley de Delitos Ambientales regula de manera general el delito de contaminación, entendemos que esta conducta requiere disposiciones legales expresas. Ante los graves daños que han causado al suelo y a los recursos hídricos los derrames de lixiviados de los camiones recolectores de basura, nada más necesario que agregar esta conducta a la lista de delitos de contaminación”, afirmó.
El proyecto será analizado por la Comisión de Medio Ambiente, Protección al Consumidor y de Inspección y Control (CMA), donde será informado por el senador Ataídes Oliveira (PSDB-TO). Luego pasará a la Comisión de Constitución, Justicia y Ciudadanía (CCJ) donde recibirá una decisión final.