Es en la cosecha que comprobamos si todas las operaciones que el productor realizó durante el ciclo de desarrollo de la soja, desde la elección de las semillas hasta la preparación del suelo para la siembra, fueron bien planificadas. Si todas las etapas se manejan adecuadamente, las posibilidades de que los cosechadores obtengan la máxima productividad al ingresar a los campos aumentan considerablemente. Lo mismo se espera del estado sanitario de plantas y cereales. “Cuando pensamos en enfermedades, la roya asiática es la más preocupante al final del ciclo de la soja. Al instalarse, en esta etapa ya ha evolucionado, ha tenido tiempo de multiplicarse, por lo que es muy importante el seguimiento constante del cultivo. Todavía es una fase difícil para controlar la enfermedad porque, con las líneas cerradas, es mucho más complicado hacer llegar el fungicida a los tercios inferiores de las plantas”, explica João Paulo Marinho, Consultor de Comercialización de Soja de BASF.
Los recursos que los productores brasileños gastan para controlar enfermedades, y especialmente la roya, una enfermedad fúngica que es uno de los principales problemas de los productores de soja, ascienden a miles de millones de dólares, sumando la inversión en fungicidas, equipos, mano de obra y las pérdidas causadas por La cosecha. Y la factura siempre puede ser mayor si no se toman las medidas necesarias a tiempo. Según Marinho, quienes no supieron gestionar eficientemente los cultivos desde el principio seguramente ya están sufriendo mayores pérdidas, debido a la caída de la productividad. “Es sumamente importante que las aplicaciones de fungicidas se realicen correctamente ahora, al final del ciclo, para evitar aún más pérdidas”, afirma el consultor.
Hay una serie de motivos que impiden a los sojeros utilizar fungicidas en el momento adecuado, como el exceso o falta de lluvias e incluso un problema técnico con la maquinaria. De ahí la importancia de tener una planificación muy bien definida, ya que ayuda a evitar o paliar este tipo de situaciones. Pero en esta recta final nadie puede descuidarse. “Todos los productores deben monitorear y decidir si realizan estas últimas aplicaciones, incluso aquellos que desde el principio fueron cuidadosos y protegieron sus cultivos, siguiendo las recomendaciones para un manejo eficiente”, aconseja Marinho. “O podrían poner en riesgo todo el trabajo realizado hasta el momento, como respetar el intervalo de aplicación de fungicidas, utilizar la dosis correcta, rotar los modos de acción, cuidar la tecnología de aplicación, entre otras medidas. "
Sin embargo, para esta etapa existen recomendaciones que ayudan a reducir y controlar el fuerte impacto de la oxidación. Uno de ellos es el fungicida Versatilis®, que previene la propagación de la enfermedad y ayuda a que el cultivo tenga un mejor rendimiento. En las evaluaciones técnicas, los cultivos tratados con el producto tuvieron un incremento promedio de 2,5 sacos por hectárea, respecto al tratamiento estándar de finca. Debido a su ingrediente activo fenpropimorf, una morfolina, el fungicida ayuda en el control de la resistencia a la roya.
Otra recomendación para combatir la roya en el período final de la cosecha es el fungicida multisitio Status®, que actúa bloqueando diferentes puntos y fases del desarrollo del hongo. Esta característica también ayuda enormemente a controlar la resistencia a las enfermedades. Las ganancias en el manejo con Status® también provienen de la baja dosificación y de la excelente cobertura foliar y de mayor duración, resultado de su fórmula diferenciada.
La acción conjunta de Versatilis® y Status® aporta grandes beneficios al agricultor, en estas, las últimas aplicaciones de manejo eficiente contra la roya en soja. Esta integración de productos, asociada a una correcta orientación técnica sobre el mejor manejo de los cultivos, garantiza resultados superiores en esta fase, ya que se obtiene una perfecta asociación entre un producto sistémico que actúa en las fases de crecimiento del hongo y otro que protege las plantas contra penetración de hongos.
Por: Agroenlace | Autor: AGROENLACE CON INF. CONSULTIVO