En medio de un escenario global de aumento de la producción de trigo, con récords y gran productividad en los principales países productores, Brasil enfrenta un desafío que podría comprometer la cosecha nacional, particularmente en el Río Grande del Sur, que representa al menos 39% de la producción del país. Este estado ha sufrido precipitaciones excesivas durante el período de siembra y desarrollo de los cultivos.
La Unión Europea, Rusia, Canadá, China e India, en conjunto, muestran un panorama de expansión de la producción de trigo para la Cosecha 2024/25, según indica el boletín Producción Agrícola Mundial del USDA.
La Unión Europea, por ejemplo, a pesar de las condiciones climáticas adversas, provocadas también por el exceso de precipitaciones, espera mantener una producción robusta, beneficiándose de un invierno suave y húmedo que favoreció el desarrollo inicial de los cultivos. Mientras tanto, en Rusia, se pronostica que la producción será superior a la media de los últimos cinco años, respaldada por condiciones favorables de humedad que ayudaron a la germinación de las semillas.
Al otro lado del mundo, Canadá anuncia una expectativa de aumento de la producción debido a mayores rendimientos por hectárea, mientras que China proyecta una producción récord de 140 millones de toneladas y la India estima una producción récord de 114 millones de toneladas.
Intensas lluvias y sus efectos en la cosecha de trigo en Brasil
Sin embargo, Brasil enfrenta un escenario menos optimista. El exceso de precipitaciones en Rio Grande do Sul preocupa a los productores por la posible reducción de la calidad y cantidad de la producción debido a la saturación del suelo. El exceso de agua en las últimas semanas puede haber provocado una lixiviación de nutrientes esenciales en el suelo, requiriendo corrección y fertilización, lo que se traduce en mayores costos de producción. Además, el exceso de humedad puede comprometer los preparativos previos a la siembra.
La preocupación en Brasil es que este fenómeno pueda afectar no sólo la productividad, sino también influir en el mercado mundial del trigo. Ante una posible disminución de la oferta en Brasil, los precios internacionales pueden variar, considerando que otros grandes productores están aumentando su producción.
Con el mayor costo de producción y posibles rendimientos más bajos, los productores de trigo pueden enfrentar una reducción en el margen de ganancias.
La mayor oferta global favorece la importación de trigo a Brasil, permitiendo precios más competitivos para importadores y procesadores. Esto puede aliviar las presiones de costos sobre las industrias que dependen de este insumo y, en consecuencia, estabilizar los precios para el consumidor final.
Por lo tanto, si bien el escenario global apunta a un aumento de la oferta de trigo, Brasil debe monitorear de cerca el impacto del clima. Esto es especialmente cierto en regiones clave como Rio Grande do Sul, crucial para el éxito del sector agrícola nacional. Los acontecimientos de las próximas semanas serán decisivos para definir las pérdidas y las estrategias de mitigación que puedan adoptar los productores de Brasil.
Fuente: Gabriel Rodrigues | Agroenlace