La cosecha de cereales de Brasil en 2020 se estima en un récord de 255,01 millones de toneladas, según una estimación de Consultoría DATAGRO. El volumen representa un aumento de 2% con respecto al récord anterior del año pasado de 250,12 millones de toneladas. Este resultado indicado para la producción brasileña de cereales acompaña el décimo aumento consecutivo de la superficie de los productores, además del alto estándar tecnológico adoptado y del razonable comportamiento climático.
“El país confirmó el décimo aumento consecutivo de superficie, alcanzando 65,68 millones de hectáreas y un aumento de 4% respecto a los 63,40 millones de hectáreas del año pasado. Y eso a su vez creció 2% sobre los 62,09 millones de hectáreas en 2018”, dijo el coordinador de Cereales de DATAGRO, Flávio Roberto de França Junior, agregando que esa motivación para el sector se debió a los precios promedio positivos en la mayoría de los cultivos analizados. durante 2019.
La producción de oleaginosas (algodón, maní, colza/canola, girasol, lino, ricino, soja, babasú-almendro y frutos de palma) tiene un incremento estimado de 2% este año, totalizando 128,92 millones de toneladas, con 122,06 millones de toneladas. de soja únicamente. Además, destaca la proyección entre productos de un incremento de 22% en la cosecha de maní, para un total de 560 mil toneladas en 2020.
La cosecha de cereales (arroz, avena, centeno, cebada, frijol, maíz, sorgo, trigo y triticale) está estimada por DATAGRO en 126,09 millones de toneladas, con un incremento menos significativo respecto al año pasado, de 1%. Considerando las dos cosechas de maíz producidas por Brasil, el cereal participa de 102,72 millones de toneladas en el volumen total. Este año, la producción de sorgo debería aumentar en 14%, hasta 2,40 millones de toneladas.
França también destaca que la proyección de cosecha récord es resultado de la neutralidad meteorológica, con precipitaciones cercanas al promedio en el Centro-Sur y Centro-Norte de Brasil. La excepción se debió a la sequía en Rio Grande do Sul y Santa Catarina en la cosecha de verano, y en Paraná y Mato Grosso do Sul en la cosecha de maíz de invierno.
El productor adoptó un estándar tecnológico satisfactorio durante la temporada, a pesar de algunas limitaciones. “Los precios internacionales no fueron precisamente excitantes para los principales productos, los costos de producción subieron por el tipo de cambio, el crédito público para la cosecha fue más corto en términos del monto con interés controlado y hubo cierta restricción del crédito por parte del sector privado, relacionada con el aumento de los impagos por parte de los productores”, explica França.
Por: FECHA
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