El índice de poder adquisitivo de fertilizantes (IPCF) de septiembre, elaborado por el fabricante Mosaic, cerró el mes en 1,05. Esto representa una caída de 5% respecto a agosto, cuando el índice estaba en 1,11. Este escenario se considera favorable para la compra de fertilizantes. Cuanto menor sea el indicador, mejor será la relación de intercambio para el productor rural.
En el mismo período, el precio de los commodities agrícolas mostró un incremento promedio de 1,1% respecto al mes anterior. Este movimiento fue impulsado por soja, que registró un incremento de 4%, seguido de una ligera apreciación del algodón a 0,2%. Por otra parte, el maíz sufrió una caída de 4.8%, mientras que la caña de azúcar tuvo una reducción de 0.4%.
En el mercado de fertilizantes se observó una retracción promedio de 1%. El superfosfato simple (SSP) lideró la caída, con una reducción de 3.54%, seguido del cloruro de potasio (KCl), que perdió 2.37%. En cambio, la urea registró un aumento de 1% y el fosfato monoamónico (MAP) se mantuvo estable. El reciente aumento de las tasas de interés en Brasil también incidió en el tipo de cambio, cerrando el mes el dólar estadounidense con una caída de 0,2%, manteniéndose estable con relación al mes anterior.
Impactos climáticos y geopolíticos afectan la siembra de soja y maíz en Brasil
Con la llegada de la siembra de verano, la climatología ha influido de forma importante durante el último mes. El fenómeno de La Niña ya está activo, lo que ha provocado retrasos en la siembra de soja, principalmente en el centro-norte de Brasil. La atención del mercado se centra ahora en la siembra de soja, que ya comenzó en algunos estados, y en el comportamiento climático, ya que la falta de lluvias afecta a algunas regiones.
En lo que respecta a la cosecha de maíz, la venta de insumos continúa retrasándose significativamente respecto a la historia, debido principalmente a la corta ventana de siembra. Por lo tanto, es fundamental que el productor se prepare con antelación para evitar posibles retrasos logísticos.
Además, otro punto de atención para el mercado es el potencial impacto de una posible escalada del conflicto en Oriente Medio, que podría afectar al mercado mundial de fertilizantes. En consecuencia, en Brasil en particular, esto podría influir en la oferta de fertilizantes para la segunda cosecha de maíz.
Por: datagro