Conab anunció una caída de 2 millones de toneladas en el soja 2023/24, confirmando la reducción esperada. Sin embargo, el impacto de esta reducción puede verse acentuado o minimizado por factores climáticos, según un análisis del meteorólogo y director de ignitia Análise Climática, João Rodrigo de Castro. Las próximas semanas son cruciales para definir el desglose de la cosecha de soja brasileña, lo que requiere una visión de mediano plazo. Los modelos predicen el mantenimiento de la humedad y buenos volúmenes de lluvia para enero y febrero.
Castro destaca que la tendencia climática actual es positiva para los productores rurales, pues mejores condiciones de humedad para los cultivos reducen las pérdidas y favorecen la siembra de la segunda cosecha en regiones donde está en marcha la cosecha de soja. Ignitia Climate Intelligence reveló lluvias recurrentes recientes, especialmente en el Centro-Oeste y Norte de Brasil. Minas Gerais, Sur de Tocantins, Mato Grosso y Oeste de Bahía, zonas agrícolas, tuvieron altos volúmenes de lluvia debido a la ZCAS. Sin embargo, a pesar de las lluvias, se producen pérdidas importantes en todo Brasil, de norte a sur, debido a la distribución irregular de las precipitaciones. Sin embargo, Castro afirma que las recientes lluvias podrían beneficiar a la soja de fin de ciclo, reduciendo pérdidas y manteniendo el potencial de una cosecha récord.
En las próximas semanas, Sinop y Rondonópolis, en Mato Grosso, experimentarán precipitaciones semanales importantes, acercando el volumen mensual al promedio regional. Por otro lado, regiones como Cascavel y Maringá, en Paraná, tuvieron una primera semana de enero seca y tendrán precipitaciones reducidas hasta finales de la segunda semana.
Fuente: Seane Lennon | Agroenlace