El uso de tecnologías, como el riego por goteo, ha garantizado a los productores la antigua productividad del algodón cultivado en tierras secas, sin dependencia exclusiva de las condiciones climáticas. La obra de riego para salvar cultivos es una acción del Gobierno del Estado, dentro del Programa de Incentivo al Cultivo del Algodón de Minas Gerais (Proalminas) y desarrollada en alianza con la Asociación de Productores de Algodón de Minas Gerais (Amipa).
Procesamiento y Comercialización
El algodón de los pequeños productores se vende directamente a la industria textil. “Algo imposible de pensar hace 30 años, cuando el productor vendía al intermediario o incluso al dueño de un molino que beneficiaba la producción”, dice el técnico agrícola de la cooperativa, José Tibúrcio de Carvalho Filho.
Actualmente, el algodón es procesado en una mini fábrica instalada en el municipio de Mato Verde, que también participa del proyecto de recuperación del algodón en el Norte de Minas. La capacidad de procesamiento es de 1,5 mil toneladas por año y recibe algodón de todos los productores de la región, independientemente del volumen. De cada fardo de 200 kilos prensado y procesado se toma una muestra para medir la calidad. “Esta muestra es enviada al laboratorio de Algodón de Minas de la Amipa, en Uberlândia, donde se elabora el Informe HVI (Instrumento de Alto Volumen), que identifica las características intrínsecas de la fibra de algodón. El resultado de este informe es necesario para la comercialización con las industrias textiles”, explica el ingeniero agrónomo de la Amipa, José Lusimar Eugênio.
El precio negociado sigue la cotización del mercado y, a través de Proalminas, el productor tiene un incremento de valor de 7.85%. Las industrias textiles que participan en el programa tienen garantizada una exención de 41.66% del presunto crédito ICMS en la compra de algodón certificado a productores de Minas Gerais. Con el beneficio fiscal, la industria destina 1,5% de recursos al Fondo de Desarrollo de la Cotonicultura (Algominas), cuyas inversiones permiten renacer la esperanza de todos los agricultores familiares del Norte de Minas, que ya presenciaron el auge, la decadencia y están apostando ahora por la reanudación del cultivo del algodón como fuente de ingresos y empleo en la región situada en los límites de la Sierra General.
Por: Noticias Agrícolas | Autor: SEAPA