Después de récords consecutivos de producción de soja en Estados Unidos, los productores norteamericanos ahora están dispuestos a aumentar significativamente la superficie cultivada con maíz el próximo año. Esto es según una estimación del grupo de expertos FAPRI (Instituto de Investigación de Políticas Agrícolas y Alimentarias) de la Universidad de Missouri.
Para el director del think tank, Patt Westhoff, la ecuación es muy simple: “Las perspectivas futuras de rentabilidad [financiera] del maíz han mejorado mucho en comparación con las de la soja”. La estimación del instituto de investigación es que la superficie maicera alcanzará los 37,3 millones de hectáreas, lo que sería 930 mil hectáreas más que en la actual cosecha. La cosecha de soja caería a 34,8 millones de hectáreas, casi un millón de hectáreas menos que en 2017.
Según Westhoff, los precios de los futuros apoyaron más al maíz al comienzo del invierno en el hemisferio norte que cuando terminaron los preparativos para la siembra de primavera y los precios de los fertilizantes son más bajos que hace un año. El FAPRI añade también que es necesario un ciclo de rotación de la soja al maíz.
La proyección del think tank es que el precio de la soja caerá más de 40 centavos en comparación con los niveles actuales. A efectos comparativos, el USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos) también predice una caída, pero no tan grave. "El tamaño final de la cosecha de este año, la evolución de las condiciones de la demanda y otros aspectos afectarán las expectativas de los productores sobre los rendimientos de 2018", concluyó Westhoff.
Fuente: Agroenlace