Desde el inicio de la pandemia provocada por el coronavirus (Covid-19), la Asociación de Ganaderos Holandeses de Rio Grande do Sul (Gadolando) ha expresado su preocupación de que la leche producida por los productores rurales sea recolectada por las industrias. A inicios de abril, la entidad estuvo en contacto con representantes del sector quienes garantizaron el mantenimiento de las actividades con los productores.
Según el presidente de Gadandondo, Marcos Tang, en relación a los quesos, la gran mayoría de ellos se destinan a Fast Food o se venden en pequeños mercados y a la vera de las carreteras, donde las ventas son menores. Así, el principal destino del producto ha sido la comercialización de la bebida, mayoritariamente UHT, buscando obtener todos los ingresos de este producto. “La leche se vuelve cara para el consumidor y nosotros, los productores, seguimos igual, con el riesgo de bajar los precios”, observa.
Para Tang, este hecho puede generar dos problemas importantes. El primero es el mercado spot de la leche, aquel que se comercializa entre industrias. “Entendemos la desesperación de quienes solo elaboran queso y no pueden venderlo, sin embargo, resulta que esta leche que pasa de una empresa a otra es un producto sin trazabilidad o con orígenes difíciles de controlar, provocando un aumento de la oferta. y seguimiento de la competencia con proveedores tradicionales”, destaca.
El presidente de Gadandondo destaca que la entidad se mantiene alerta y solicita el compromiso de las industrias para que la recaudación se mantenga. “No podíamos soportar no vender nuestro producto ni siquiera por unos días. Ya llevamos 6 meses castigandonos la sequía. Una vez que termine la pandemia, continuaremos nuestra lucha contra la leche manchada. La leche debe llegar desde la ubre de la vaca hasta el refrigerador, hasta el camión lechero acreditado donde está registrado el productor, pasando a la industrialización y el comercio. Todo rastreado”, concluye el director.
Por: Agroenlace
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