Es un combustible renovable, obtenido a partir de una mezcla de vegetales con soja como principal semilla oleaginosa presente en su composición. Fue desarrollado con el objetivo de sustituir el combustible de origen mineral, en particular el aceite BPF, también conocido como aceite 1A.

Se utiliza para generar energía en las industrias, mediante quema en calderas y hornos, y puede sustituir completamente al combustible mineral, generando grandes ahorros económicos, sin perder eficiencia térmica y con cero emisiones contaminantes y generación de cenizas. Es un combustible 100% atóxico, capaz de brindar seguridad en el manejo humano, y una mejora considerable en la calidad del aire, eliminando impactos negativos en la comunidad, además de una mayor independencia de los combustibles fósiles.