Con una caída de 50% en el precio de la leche desde mediados de 2014, los productores de varios países están comenzando a reducir su producción. En Nueva Zelanda, uno de los mayores productores del producto en el mundo, muchas vacas lecheras han tenido que ser sacrificadas recientemente y casi cuatro de cada cinco productores están sufriendo pérdidas financieras.
Según una encuesta global de la consultora KPMG, se espera que uno de cada 10 productores abandone la actividad en el mundo en los próximos años y al menos 28% tendrán que obtener nuevo capital para adaptar el negocio.
En Canadá, los productos lácteos tienen precios más bajos que en 2009 y exigen recargos a las importaciones de leche de EE.UU. En el caso de la Unión Europea, el valor del producto es también el más bajo en siete años, con el Reino Unido perdiendo más de 10% de productores.
Para la consultora IBISWorld, el principal motivo de la crisis del sector es el aumento de la productividad láctea en China con un incremento promedio de 8% en los últimos cinco años, dejando a los exportadores sin clientes. Por otro lado, el mercado debería recuperarse porque el crecimiento de la producción china debería ser limitado.
Fuente: Agroenlace