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La cifra es superior a la registrada en la última cosecha.
Los datos publicados por el Instituto de Geografía y Estadística (IBGE) revelan las perspectivas para la cosecha de anacardo en 2022, confirmando el proceso de reanudación del desarrollo de la cadena productiva. La producción nacional de anacardos se situó en 146.603 toneladas. La cifra es superior a la registrada en la última cosecha, en la que se produjeron 110.570 toneladas de la fruta, es decir, un aumento de 33% en un año. Este es el mejor resultado para el sector desde 2018.
También se publicaron en detalle las cifras de los tres principales estados productores de anacardos. En conjunto, representan más de 92% de la producción total de anacardos en Brasil. Ceará, el mayor productor, registró un aumento de 52% respecto a la cosecha anterior, pasando de 62.977 toneladas en 2021 a 95.758 toneladas el año pasado. El rendimiento también aumentó: de 233 kilos por hectárea se pasó a 354 kilos de anacardos por hectárea.
Regina Dias, supervisora de investigaciones agrícolas del IBGE en Ceará, destaca los factores que aumentaron el ritmo de cultivo de anacardo en el estado: “El crecimiento de la producción de nueces en Ceará se debe principalmente a la producción en la costa oeste y en el norte del estado. Hay reportes de productores de esta región que lograron un aumento significativo en la productividad, pasando de 100 kg/ha a 400 kg/ha en tan solo un año. Y esto fue resultado de una buena distribución de las precipitaciones y de la menor ocurrencia de problemas fitosanitarios”.
Piauí, segundo productor, también registró un aumento en la producción de anacardo. Las cifras pasaron de 19.020 toneladas producidas en 2021, a 21.674 toneladas de anacardos en 2022. El rendimiento, a su vez, pasó de 263 kilos por hectárea, en 2021, a 297 kilos producidos por hectárea, en 2022. Según Pedro Andrade, supervisor de investigaciones agrícolas del IBGE en Piauí, el aumento de la producción en 2022, en comparación con 2021, fue proporcionado por el aumento de nuevas áreas que entraron en edad productiva. Además, las mejores condiciones climáticas en 2022 favorecieron el cultivo local de anacardos.
En Rio Grande do Norte, la producción fue de 18.169 toneladas, un aumento de 9% respecto del año anterior, en el que la producción alcanzó 16.667 toneladas. El rendimiento de 2022 también superó al de 2021, registrando 376 kilos de nueces por hectárea. Elder Costa, tecnólogo senior del IBGE en Rio Grande do Norte, destaca que la mitad de la producción se concentra en la Región Oeste de RN, destacándose los municipios que componen el Oeste de Rio Grande do Norte.
La valorización del pedúnculo.
El cultivo de anacardos en el Noreste tiene una importancia significativa en la generación de empleo e ingresos, así como en la oferta variada de una gama de productos alimenticios. Además, los estados productores se benefician de una planta que produce en plena temporada baja.
mientras que las culturas alimentarias tradicionales se encuentran luchando con las limitaciones provocadas por la escasez de agua.
Gustavo Saavedra, gerente general de Embrapa Agroindústria Tropical, destacó la importancia del anacardo enano para la cadena productiva. En 2023, la tecnología cumple 40 años de su introducción en el país. Los clones son plantas con las mismas características genéticas que han sido mejoradas para formar plántulas de calidad. Por ello, la adopción de estos cultivares es una medida estratégica para la revitalización del cultivo de anacardo.
Además, es necesario un mayor aprovechamiento de la fruta. En la forma tradicional en la que se planteaba la logística industrial del cultivo del anacardo, la almendra es, efectivamente, el principal producto derivado del anacardo. El tallo, por su parte, si bien representa el 90% del fruto, es poco utilizado por la industria, aplicándose en la producción de jugos. “La propuesta de Embrapa es cambiar nuestra perspectiva y empezar a aprovechar al máximo lo que nos brinda el anacardo. Es decir, no sólo aprovechar la nuez, sino también el pseudofruto del anacardo”, añade.
Con versatilidad, el tallo tiene potencial en el mercado y puede consumirse en jugos concentrados, cajuinas y dulces. En 2022, se produjeron en Ceará 818.569 toneladas de tallos de anacardo, de las cuales 472.527 toneladas provinieron de anacardo enano.
A estos derivados se suma el anacardo de mesa, que no sólo añade valor al cultivo del anacardo, sino que también permite a los consumidores tener acceso a la fruta in natura. En 2022 se produjeron 14.809 toneladas de anacardo de mesa, 9,5% más que el año pasado.
Fuente: EMBRAPA | Agroenlace
