Imagen: Pixabay
La soja tiene un alto valor nutricional. Las semillas de leguminosas contienen aproximadamente 38% de proteínas, 20% de lípidos (aceite), 5% de minerales y 34% de carbohidratos. A pesar de su alto valor nutricional, las semillas también contienen algunos factores que pueden reducir su digestibilidad por parte de animales monogástricos, como aves, cerdos y humanos.
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Según datos difundidos por GDM, la rafinosa y la estaquiosa son dos tipos de azúcares solubles presentes en la soja, conocidos como factores antinutricionales. No son digeridos por animales monogástricos y al ser ingeridos a partir de piensos elaborados con harina de soja provocan gases, molestias intestinales y reducen la energía del pienso y el aumento de peso.
Como una forma de solucionar este problema, la empresa desarrolló soja con menores contenidos de rafinosa y estaquiosa mediante una técnica de edición genética, la cual fue clasificada por la CTNBio (Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad), entidad vinculada al Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovaciones y Comunicaciones. y responsable de implementar la Política Nacional de Bioseguridad en relación con los Organismos Genéticamente Modificados (OGM), como libres de OGM. Para obtener esta soja se alteró un gen nativo de la soja. La nueva versión de la proteína de este gen resultó en la reducción de 75% de rafinosa y 50% de estaquiosa en las semillas.
Por: Aline Merladete – AGROENLACE
