El pronóstico climático para 2024 indica una probabilidad de 71% para el desarrollo de La Niña entre los meses de septiembre y noviembre. Los meteorólogos de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU.) esperan que, a pesar de ser débil, La Niña persista durante el invierno en el hemisferio norte. Los meteorólogos basan sus pronósticos en modelos climáticos avanzados, como el Conjunto Multimodelo de América del Norte (NMME), que a finales de 2023 señaló la posibilidad de este fenómeno. Sin embargo, las variables climáticas retrasaron el pronóstico, afectando la precisión de las proyecciones iniciales.
Las observaciones de la temperatura superficial del Océano Pacífico tropical, especialmente en la región del Niño-3.4, refuerzan la posibilidad de La Niña. En agosto, esta temperatura fue 0,1°C inferior a la media. Esto todavía no es suficiente para caracterizar a La Niña, que requiere un enfriamiento mínimo de 0,5°C. Sin embargo, la caída observada con relación a julio y el fortalecimiento de los vientos alisios indican una tendencia de enfriamiento. Estos vientos, que soplan de este a oeste, son fundamentales para el fenómeno. Ayudan a enfriar la superficie del océano y promueven el afloramiento de aguas frías. Un proceso observado en agosto y que debería continuar hasta finales de 2024.
Factores climáticos complejos e impactos globales de La Niña en 2024
El retraso en el pronóstico de La Niña este año se debe a factores que complican la modelización climática, como eventos climáticos impredecibles y variabilidad climática a corto plazo. Además, el calentamiento global, que eleva la temperatura de los océanos por encima del promedio histórico, aún no tiene un impacto claro y definido en el comportamiento de La Niña.
A pesar de considerar que La Niña prevista para 2024 será débil, los meteorólogos creen que aún podría influir en los patrones atmosféricos globales y el clima regional, especialmente durante el invierno del hemisferio norte. El Centro de Predicción Climática (CPC) de EE.UU. ya ha indicado que aprovechará la presencia de La Niña para elaborar sus previsiones estacionales para el invierno de 2024-2025. Las estimaciones indican una probabilidad de 80% de que el fenómeno se manifieste plenamente entre los meses de noviembre y enero de 2025.
Fuente: Leonardo Gottems | Agroenlace