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Recientemente, Brasil recibió buenas noticias en la economía, como la caída del dólar, reducción de las tasas de interés futuras, buenos resultados en el mercado de valores, crecimiento del PIB y baja tasa de desempleo. Un profesor de la FECAP cree que el país debería aprovechar estas condiciones favorables, con expectativas de caída de las tasas de interés, devaluación del dólar y reanudación del crecimiento.
Ahmed Sameer El Khatib, doctor en Administración de Empresas, máster en Contabilidad y Ciencias Actuariales por la PUC/SP y licenciado en Ciencias Contables por la USP, cree que, a principios de año, el mercado estaba pesimista y exageradamente preocupado. sobre las perspectivas de la economía brasileña bajo un nuevo gobierno encabezado por Lula. Sin embargo, la respuesta del gobierno con medidas fiscales sorprendió positivamente a todos y contribuyó a esta mejora de la economía.
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“A principios de año existía un cierto pesimismo exagerado y generalizado en el mercado respecto a las perspectivas de la economía brasileña bajo un nuevo gobierno de Lula. La respuesta con el marco fiscal sorprendió positivamente a todos y explica parte de esta mejora de la economía”, afirma El Khatib
Según el profesor, la apreciación del real frente al dólar está influenciada por la percepción de un menor riesgo fiscal, la desaceleración de la inflación global y una posible pausa en el ajuste monetario en Estados Unidos. La alta tasa Selic ha atraído capital extranjero, lo que aumenta la oferta de dólares y reduce su tipo de cambio en relación al real. Sin embargo, futuros recortes en la tasa Selic podrían resultar en una fuga de capitales y una apreciación del dólar, aumentando su precio.
La caída de los precios de las materias primas y la política de aumento de la tasa Selic contribuyeron a controlar la inflación, según Ahmed. El crecimiento de la economía en el primer trimestre, impulsado por el sector agrícola, también mejoró las expectativas para el PIB de este año. Sin embargo, Ahmed destaca la importancia de ser realistas ante estas mejoras. “Las tasas de interés y la inflación en los países industrializados siguen aumentando. Una crisis en el exterior podría impactar el crecimiento de Brasil y nuestra actual euforia económica podría convertirse en una brisa momentánea”, añade.
Según Ahmed, el principal desafío histórico que enfrenta la economía brasileña es la elevada deuda pública del país. Esto genera preocupaciones sobre la capacidad del gobierno para cumplir con sus compromisos, elevando las tasas de interés y generando expectativas de inflación. Esto compromete el entorno económico, perjudicando el crecimiento, los ingresos y las perspectivas de empleo.
Fuente: Leonardo Gottems | Agroenlace