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El suelo limoso tiene poca coherencia y se convierte fácilmente en barro en contacto con el agua, siendo un intermediario entre la arena y la arcilla. Están formados por limo y fragmentos de roca y se consideran inestables y susceptibles a la erosión.
Los protocolos se implementaron en condiciones de textura media del suelo con análisis de resultados de 19% de arcilla, 5% de limo y 76% de arena. El objetivo es ofrecer una nueva alternativa. “Estamos mostrando al productor una variedad de plantaciones de soja en suelos limosos y transmitiendo los resultados completos al hombre del campo, para que elija lo que es mejor a la hora de sembrar”, dijo el productor rural y delegado de Aprosoja-MT. , Mateus Goldoni.
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En el evento, el consultor e investigador Leandro Zancanaro destacó la importancia del uso racional de los fertilizantes y la necesidad del insumo para la agricultura. “El suelo del cerrado es pobre en nutrientes y ácido, nos acercamos a la cosecha 2022/23 y quienes no compraron fertilizantes enfrentarán un costo alto y durante este período el productor deberá hacer un uso racional del insumo. . Señalamos dónde utilizar y cómo aprovechar la reserva del suelo sin comprometer la productividad, porque la respuesta no está en el producto sino en el manejo en su conjunto”, afirmó Zancanaro.
Para el vicepresidente de Aprosoja-MT, Lucas Costa Beber, hoy en día tenemos muchos productos ofrecidos a los productores, cientos de variedades de soja para sembrar, pero sabemos que detrás de esto hay marketing, sólo podemos saber si es rentable o no. no probando, poniéndolo en el campo y comparando, haciendo lo básico y haciéndolo bien, podemos lograr resultados que traen productividad e ingresos al productor.
Para él, el aumento de los fertilizantes en los últimos años ha hecho inviable su compra. “Ahora es el momento de utilizar la tecnología, el conocimiento, hacer análisis de suelo, una buena cobertura de paja para reciclar nutrientes y luego garantizar un menor uso de fertilizantes y una mayor rentabilidad en el campo”.
Por: Eliza Maliszewski | Agroenlace