Paraná debería volver a ser campeón de productividad en soja y maíz en la cosecha de 2017, según un estudio sistemático de la producción agrícola realizado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Después de ocupar el sexto lugar en el ranking de la soja en 2016, debido a las malas cosechas, el Estado debería liderar el rendimiento este año, con 3.456 kilos por hectárea, contra 3.087 kilos por hectárea en 2016.
Paraná debería superar a Santa Catarina (3.431 kilos por hectárea) y Minas Gerais (3.206 kilos por hectárea). Muy por detrás debería estar Mato Grosso, con 3.146 kilos. El promedio brasileño se estima en 3.126 kilos por hectárea. Sólo detrás de Mato Grosso, Paraná es el segundo mayor productor de soja, y se espera que produzca 18,5 millones de toneladas este año, 9,8% más que la cosecha anterior, según estimaciones del IBGE.
En la cosecha del año pasado, Paraná perdió, debido al mal tiempo, alrededor de 2 millones de toneladas de soja, recuerda el director del Departamento de Economía Rural (Deral) de la Secretaría de Agricultura y Abastecimiento, Francisco Simioni. “Este año las perspectivas son muy buenas, con una previsión de un aumento de 10% en la productividad de la soja. La cosecha está en su fase inicial, principalmente en las regiones Norte y Oeste, y el clima ha ayudado”, afirma.
MAÍZ
Después de ocupar el segundo lugar en el ranking de maíz de primera cosecha en 2016, con 7.990 kilos por hectárea, Paraná también vuelve a ocupar el primer lugar esta temporada, con un rendimiento estimado por el IBGE de 8.768 kilos por hectárea. El Estado está por delante de Mato Grosso do Sul (8.500), que el año pasado tomó la delantera, el Distrito Federal (8.249) y Santa Catarina (7.718). La previsión es una producción de 4,3 millones de toneladas en Paraná, 30% más que el año anterior.
“Paraná combina alta productividad con un alto volumen de producción y área plantada. Entre los grandes productores de granos del país, es el que mejor combina esos dos indicadores”, dice el director del centro de investigaciones del Instituto Paraná de Desarrollo Económico Social (Ipardes), Daniel Nojima.
La alta productividad del campo en Paraná se debe al trabajo de más de una década de desarrollo tecnológico, manejo de suelos y aguas, manejo de plagas, rotación de cultivos y zonificación agroecológica, según Simioni. “Es una mejora constante, que garantiza un aumento de la producción aunque Paraná ya no tenga frontera agrícola”, dice Siminoni.
Según él, Paraná no puede ampliar su frontera agrícola. Su crecimiento es vertical, con altos índices de productividad. “En soja estamos cerca de la cima, pero todavía hay espacio para que avancemos en maíz de segunda cosecha”, afirma.
En maíz de segunda cosecha, Paraná alcanzó la marca de 6,5 mil kilos por hectárea, pero principalmente por problemas climáticos, frío y lluvias, la productividad se mantuvo en 4.653 el año pasado.
En total, Paraná deberá cosechar, según proyecciones del IBGE, 23,3 millones de toneladas en la cosecha de verano, 13,4% más que la anterior (20,5 millones de toneladas).