
En febrero de 2025, la Unión Europea (UE) anunció cambios significativos en su política ambiental y agrícola, que impactan directamente en el agronegocio brasileño. Según Roberto Araújo, miembro del Consejo Científico para la Agricultura Sostenible (CCAS), la respuesta a las protestas de los agricultores europeos resultó en la retirada de la implementación de la estrategia "De la Granja a la Mesa" y en la flexibilización de varios objetivos del Green Deal. Estos ajustes crean nuevas oportunidades para Brasil, que enfrentaba crecientes barreras comerciales debido a exigencias ambientales.
La flexibilización de los requisitos ambientales y de trazabilidad puede reducir las dificultades para los exportadores brasileños, proporcionando más tiempo para adaptarse a las nuevas reglas. Además, hubo una flexibilización de los objetivos de reducción del uso de pesticidas. También han llegado a su fin algunos requisitos estrictos sobre las certificaciones medioambientales. Con esto, Brasil podrá ampliar sus exportaciones al mercado europeo de forma más competitiva.
Además, se revocó el objetivo de reducción de pesticidas. Asimismo, se ha producido una flexibilización de las normas sobre el uso del suelo dentro de la propia Europa. Como resultado, estos cambios podrían reducir la presión sobre los importadores europeos. Anteriormente, exigían certificaciones medioambientales más estrictas a los proveedores extranjeros. En este contexto, esto puede beneficiar a los productores brasileños que aún no han implementado certificaciones ambientales o mecanismos para asegurar el origen sustentable de la producción”, comenta.
Brasil gana espacio en el mercado europeo
La postura proteccionista de Estados Unidos bajo Donald Trump también influye en el impacto de estos cambios. Al retirarse del Acuerdo de París e iniciar una guerra arancelaria con la UE, Trump ha impulsado al bloque a reconsiderar sus políticas agrícolas. Esto beneficia a países como Brasil, que ahora tiene más espacio para ampliar su participación en el mercado europeo y fortalecer sus relaciones comerciales globales.
“Brasil, como actor importante del agronegocio mundial, puede aprovechar esta nueva situación para ampliar su comercio con Europa y consolidar sus relaciones con China y otros países, reforzando su posición como líder en la producción agrícola sostenible”, concluye.
Fuente: Leonardo Gottems | Agroenlace