Para fortalecer el cooperativismo rural brasileño, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento lanzó el pasado jueves (04) el programa Brasil Mais Cooperativo, destaca el “Informe OCB”. Además de esta iniciativa, se firmó una ordenanza que amplía el acceso de las cooperativas a la emisión de la Declaración de Aptitud (DAP) del Pronaf y una propuesta de decreto que crea el Sello Social de Biocombustibles. El objetivo es beneficiar a alrededor de 1.600 cooperativas que operan en el país.
La ministra Tereza Cristina firmó las tres medidas y afirmó que estos incentivos son importantes para “sacar a los pequeños propietarios rurales de Brasil de la pobreza, la desinformación y la falta de tecnología”.
El texto que crea Brasil Mais Cooperativo establece que la iniciativa apoya el cooperativismo rural brasileño ofreciendo asistencia especializada. El secretario de Agricultura Familiar y Cooperativas, Fernando Schwanke, destacó que muchas cooperativas y asociaciones aún tienen poca capacidad de planificación a mediano y largo plazo y bajas inversiones en la modernización de sus procesos.
“Las cooperativas son grandes socios de la agricultura familiar y vamos a utilizar este sistema para mejorarla. Organizados cooperativamente, los pequeños y medianos agricultores ahora tienen mayores ventajas en términos de escala de producción, reducción de costos, logística, facilidad de acceso a insumos y tecnologías de producción”, afirmó.
Otro foco de Brasil Mais Cooperativo es ampliar el acceso, por parte de cooperativas y asociaciones, a mercados privados, como cadenas de supermercados, y mercados institucionales, como el Programa de Adquisición de Alimentos (PAA) y el Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE). Para ello, se crearon alianzas y se coordinaron iniciativas con entidades gubernamentales y representantes de cooperativas.
Otra ordenanza firmada por el ministro modifica las reglas para la emisión de la Declaración de Aptitud (DAP) del Pronaf para las personas jurídicas. El DAP es el documento que identifica y califica al público de la agricultura familiar, incluidas sus organizaciones económicas.
Según el texto, podrán expedir el documento las cooperativas individuales y las asociaciones con estructura societaria compuesta por más de la mitad de agricultores familiares con DAP activo. Según la norma anterior, era necesario que al menos el 60% de la estructura empresarial estuviera formado por agricultores familiares con DAP activo.
El decreto remitido a la Casa Civil propone cambiar el nombre del Sello Social Combustible, que pasa a ser Sello Social Biocombustible. Este cambio permitirá que las cooperativas agrícolas que no posean DAP Jurídica estén autorizadas a vender materias primas de la agricultura familiar con empresas productoras de biodiesel.
Según la Organización de Cooperativas Brasileñas, esto permitirá que más de 40 mil pequeños productores participen del Programa Nacional de Producción y Uso de Biodiesel.