Imagen: Pixabay
En este caso separaron el gen HaHB11 (de la misma familia que HB4) y lo introdujeron en la planta Arabidopsis thaliana (sería como un ratón de laboratorio) y vieron que se duplicaba la biomasa y la producción de semillas. Pero además de estos dos beneficios, observaron que daba tolerancia a las inundaciones. Por eso, analizando estos resultados quisieron ir más allá y buscaron incursionar en plantas con interés agronómico.
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Con este sello, Jesica Raineri, quien pertenece al grupo de investigación y coordina este trabajo específico, destacó que decidieron introducir el gen en una línea de maíz que es pública para luego introducirlo en los híbridos que tiene disponibles el INTA. Según comentó, el encharcamiento es bastante común en el maíz y afecta el sistema radicular, por lo que con el gen, una vez que pasa el estrés, se adapta mejor y es capaz de generar más semillas.
”Las pruebas de inundación duraron aproximadamente dos semanas y se realizaron en la fase V3 (cuando la planta tiene tres hojas expandidas). Como la planta es muy grande, las inundaciones no la afectan tanto cuando está en etapas más avanzadas”, agregó sobre el momento preciso en que se realizan las pruebas Raineri, quien también siguió el proyecto con los expertos Manuel Franco y María Otegui.
Por: Leonardo Gottems | Agroenlace