Las importaciones brasileñas de trigo continuaron a un ritmo muy fuerte en noviembre, a pesar de las buenas perspectivas de cosecha. El mes pasado se desembarcaron en el país 700 mil toneladas, un volumen 43% mayor que el mismo período del año anterior.
De agosto a inicios de diciembre ya se importaron 2,76 millones de toneladas, lo que representa una expansión de 65% respecto al mismo período de 2015. Según el analista senior de Consultoría Trigo & Farinhas, Luiz Carlos Pacheco, hay cuatro razones para Brasil seguirá comprando cereales, incluso con la perspectiva de una cosecha completa.
“Todos conocemos las causas: el fin de la disponibilidad de la cosecha anterior dos meses antes del inicio de la actual temporada; retraso de al menos dos semanas en el inicio de la cosecha 2016/17; hay que esperar dos meses hasta que la cosecha esté lista para ser utilizada; La comercialización lleva más de un mes paralizada, con todo el mercado a la espera de que se realicen subastas gubernamentales que, al final, no están absorbiendo la cantidad deseada, ni dando la rentabilidad esperada”, explica Pacheco.
Fuente: Agroenlace