El 6 de diciembre de 2024, los bloques económicos Mercosur y la Unión Europea anunciaron un avance significativo en sus negociaciones, que duraron 25 años y abarcaron múltiples administraciones de ambos lados. Aunque el proceso de ratificación e implementación aún es largo, este acuerdo representa un hito historico y abre nuevas perspectivas para la agroindustria latinoamericana.
El acuerdo de libre comercio ha sido renegociado varias veces. Contiene salvaguardias para proteger los mercados internos. Estas características lo convierten en uno de los acuerdos bilaterales más grandes del mundo.
La Unión Europea ocupa actualmente la posición del segundo socio comercial de Brasil. Las importaciones brasileñas del bloque europeo se concentran en productos de alto valor agregado. Entre ellos destacan productos farmacéuticos, equipos industriales, vehículos automotores, siderurgia y electrónica. Estos productos ejercen una influencia significativa en la balanza comercial brasileña. Con la ratificación del acuerdo, estos sectores de la industria nacional o las importaciones de otras procedencias podrán afrontar una nueva competitividad en los precios europeos.
Oportunidades para la agroindustria
Por otro lado, la agroindustria brasileña debería ser la que más se beneficiaría del acuerdo, especialmente los sectores de carne de cerdo y aves, pescado, aceites y grasas y ganado vivo.
El acuerdo reducirá los aranceles en función de las cuotas de importación. Es decir, limitará las exportaciones de los productos mencionados, aplicando exenciones o menores aranceles. Los países del bloque controlarán estas cuotas, con plazos de eliminación arancelaria que variarán entre 4 y 12 años, dependiendo del producto.
Actualmente, Brasil exporta carne vacuna dentro de la Cuota Hilton (alrededor de 5% de nuestro volumen de exportación). Esta cuota limita a los países del bloque europeo a importar 10 mil toneladas de cortes especiales deshuesados al año, con una tasa impositiva de 20%. Con el nuevo acuerdo, Brasil mantendrá este volumen, pero la tarifa será cero. Además, el Mercosur tendrá un volumen de 99 mil toneladas de peso en canal, siendo 55% refrigeradas y 45% congeladas, con una tasa impositiva de 7,5%, y el volumen aumentará en seis etapas. Brasil competirá por parte de este volumen junto con Argentina y Uruguay, que también exportan cortes de carne vacuna a Europa.
complejo de semillas oleaginosas
Brasil tiene una gran producción de aceite de soja, acompañado de un elevado consumo interno. Este consumo se dirige tanto a la industria alimentaria como a los sectores de biocombustibles y químicos.
En Europa, la producción de aceite destinado a la alimentación está dominada por el aceite de oliva, el aceite de girasol y el aceite de canola, que son productos fuertes entre los productores locales. Por otro lado, la industria química y del biodiésel europea utiliza principalmente aceite de soja y aceite de maíz DDG.
En el caso de las oleaginosas, el proceso será más lento de lo esperado. Brasil y Argentina, principales exportadores de soja y maíz, se están adaptando a las normas EUDR, lanzadas en 2023 para entrar en vigor en 2025, pero pospuestas por la Unión Europea, donde la cuestión de la trazabilidad y la sostenibilidad tendrá un impacto en las importaciones de los países del bloque europeo.
Según las negociaciones, la reducción de aranceles para el complejo de oleaginosas y biocombustibles debería ocurrir entre el séptimo y décimo año del acuerdo, comenzando con una tasa de 18% y llegando a un mínimo de 14%.
El acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea representa una oportunidad histórica para la agroindustria brasileña, ampliando el acceso a los mercados y fortaleciendo la posición de Brasil como proveedor mundial de alimentos. Sin embargo, es fundamental que el país se prepare para cumplir con los requisitos europeos, especialmente en materia de trazabilidad y sostenibilidad ambiental, garantizando que los productos brasileños sean competitivos y cumplan con los estándares internacionales.