Las industrias agroquímicas argentinas solicitaron al gobierno de ese país restringir las licencias de importación de pesticidas agrícolas –especialmente los provenientes de China. Actualmente, uno de cada cuatro litros de estos insumos se formulan fuera de Argentina. Además, los fabricantes locales también exigen la equiparación de las normas de control sanitario entre los productos nacionales y extranjeros.
El país vecino cuenta actualmente con siete industrias productoras de ingredientes activos y más de 120 plantas de formulación de productos finales, desde pequeñas empresas hasta grandes industrias. Entidad que representa al sector, la Cámara Argentina de la Industria de Fertilizantes y Agroquímicos (Ciafa) afirma que ya realizó varios pedidos a la administración Macri, pero sin resultados positivos hasta el momento.
Los fabricantes locales se quejan de que las importaciones de fitosanitarios crecieron en 44% en volumen entre 2011 y 2014, alcanzando un récord de 286 millones de kilogramos/litros. Si bien en 2015 esta cifra cayó a 178 millones, se estima que este año 2016 podría volver a aumentar en 30%, debido a la eliminación de barreras a las importaciones.
La participación de los agroquímicos importados en Argentina fluctúa alrededor de 25% del mercado, en promedio. Según el diario Clarín, Ciafa estima que, “como resultado de los cambios macroeconómicos, el flujo de productos fitosanitarios desde China aumentará considerablemente, llegando al punto crítico de poner en riesgo la existencia misma de la industria argentina”.
La entidad también denuncia que, mientras los productos locales son sometidos a intensos controles, los agroquímicos “listos para usar” que llegan del exterior no enfrentan ningún tipo de regulación sanitaria. Incluso mencionan que se produce una especie de “dumping” económico.
Según Ciafa, los productos chinos ingresan al mercado argentino a precios muy bajos, con los que las industrias locales no pueden competir porque no tienen incentivos fiscales y de exportación como sus pares asiáticas. Además, recuerdan que los costos de producción son mucho más altos en Argentina, principalmente en mano de obra y energía.