Una investigación realizada por la Red de Desarrollo ILPF revela que el sistema ha aumentado casi diez millones de hectáreas en diez años y ya ha secuestrado 21,8 millones de toneladas de CO2
En 2015, la agroindustria brasileña tenía una superficie de 11,5 millones de hectáreas donde la producción agrícola se realizaba a través de sistemas integrados, involucrando ganadería, agricultura y también plantación de bosques. El hallazgo surgió en un reciente estudio realizado por el Grupo Kleffmann, por encargo de la Red de Desarrollo ILPF-Integração Lavoura-Pecuária-Floresta, una asociación público-privada formada por empresas, cooperativas y en la que también participa Embrapa – Corporación Brasileña de Investigación Agropecuaria. . La Red de Desarrollo es parte de un esfuerzo conjunto para intensificar la adopción de sistemas de integración cultivo-ganadería-bosque por parte de los productores rurales.
El estudio mostró que, en diez años, la superficie ocupada por el ILPF aumentó en casi diez millones de hectáreas. En términos de configuración, el sistema más utilizado es el de integración cultivo-ganadería, resaltado por 83% de productores; 9% dijo que utilizan la integración cultivo-ganadería-bosque; 7% mantuvo la integración ganadería-bosque; y 1% integración aplicada de cultivos y bosques. Por estados, el líder en área destinada a la producción con el sistema ILPF es Mato Grosso do Sul, con un total de 2,085 millones de hectáreas; seguido de Mato Grosso, con 1,5 millones de hectáreas; y Rio Grande do Sul, con 1,4 millones de hectáreas. También se destacan Minas Gerais y Goiás, respectivamente, con 1.046 millones y 943 mil hectáreas.
La investigación también encontró que la integración ha ganado mayor apoyo en los últimos años, ya que 29% de los entrevistados dijeron haber adoptado el sistema entre 2011 y 2015. Durante este período, el área promedio con ILPF aumentó de 4,3%, a 9,4% del área agrícola. de granjas. Entre los ganaderos que utilizan ILPF, la previsión es que el espacio medio destinado al sistema alcance los 20,6% de superficie cultivable de sus propiedades en 2030. Otro dato muy alentador para el sistema es que 84% de los ganaderos están satisfechos con los resultados del ILPF.
Francisco Matturro, vicepresidente de Abag-Asociación Brasileña de Agronegocios, comenta que la satisfacción de los productores se debe básicamente a los múltiples beneficios del sistema. Entre los principales destaca: “incremento de la renta neta, permitiendo mayor capitalización al productor; mejorar la calidad y conservación de las características productivas del suelo; aumento de la producción de cereales, carne, leche y productos de madera en la misma zona; posibilidad de aplicación en propiedades de cualquier tamaño; reducción de la estacionalidad en el uso de mano de obra; mayor optimización de los procesos productivos; estabilidad económica con incertidumbre reducida debido a la diversificación de la producción; además de reducir la presión para abrir nuevas áreas con vegetación nativa”, concluyó Matturro.
La adopción del sistema de integración también genera beneficios ambientales. La investigación encargada por la Red de Desarrollo ILPF también encontró que, entre 2010 y 2015, el aumento de 5,96 millones de hectáreas fue responsable del secuestro de 21,8 millones de toneladas de CO2. Otros beneficios derivados del sistema: mantenimiento de la biodiversidad y sostenibilidad de la agricultura, optimización e intensificación del ciclo de nutrientes en el suelo, y mejora del bienestar animal debido al mayor confort térmico que proporciona compartir el bosque con los pastos.
Fuente: Agroenlace