El sector agrícola debe ser eliminado del PEC 42, que propone el fin de la Ley Kandir, so pena de un enorme revés económico para el país. Desde 1996, esta legislación exime del ICMS las exportaciones de productos agrícolas brasileños.
La evaluación es de la Sociedad Rural Brasileña (SRB), en respuesta a la determinación del ministro de Economía, Paulo Guedes, y de algunos senadores de poner fin a la medida mediante la Propuesta de Enmienda a la Constitución. Creada en 1996, la Ley Kandir exime del impuesto sobre la circulación de bienes y servicios (ICMS) a los productos primarios y a los productos semiacabados destinados a la exportación. Si el PEC sacrifica la agroindustria, el impuesto se aplicará a las ventas al exterior de maíz, soja, café y proteína animal, haciendo que estos y otros productos sean menos competitivos en el mercado internacional.
La PEC 42, cuyo ponente es el senador Veneziano Vital do Rêgo (PSB-PB), está en la agenda del Senado para ser votada esta semana. Para la JUR, los problemas financieros de los estados sólo se agravarán si los senadores deciden poner fin a la Ley Kandir: “Los productores rurales serán penalizados por la ineficiencia administrativa de algunas entidades federadas”, afirma el presidente de la entidad, Marcelo Vieira. En evaluación de la entidad, el recargo afectará a todas las cadenas, incluidas las empresas compradoras, los agronegocios, los exportadores y la población que consume estos productos. “El aumento de los impuestos va en contra de lo que el Gobierno Federal viene proponiendo para el sector”, evalúa Vieira.
Según un estudio de la Organización de Cooperativas Brasileñas (OCB), el fin de la Ley Kandir provocaría un impacto negativo de 47,8 mil millones de rands en los ingresos del agronegocio brasileño. Esto significa una pérdida de 8,1% en el llamado Valor Bruto de Producción (VBP) en relación a los números alcanzados por el sector en 2018. El estudio de la OCB también muestra la evolución de algunos cultivos comparándolos hoy con los años anteriores a la Ley. Las exportaciones de soja, por ejemplo, crecieron en 654%, mientras que las de maíz aumentaron en 3,7678%.
Para la JUR, el debate sobre el fin de la Ley Kandir implica, ante todo, una reforma fiscal bien estructurada. Según la entidad, el sistema tributario actual es ineficiente, obsoleto y desfasado del desarrollo de la agroindustria. En esta situación, poner fin a las políticas de exención sólo sacrifica al sector, responsable del 48% de nuestras exportaciones.
La JUR anuncia que reforzará sus articulaciones en el Congreso en defensa de la Ley Kandir, dialogando y exigiendo el apoyo de los senadores para que el agronegocio se salve en la PEC. En un momento de recuperación económica, responsabilidad fiscal y cuentas públicas equilibradas, es impensable transferir el peso de una crisis financiera al sector que tanto aporta a la economía del país.
Para la Ocesp, el fin de la Ley Kandir es un tiro en el pie
Para el presidente de la Organización de Cooperativas del Estado de São Paulo (Ocesp), Edivaldo Del Grande, el fin de la Ley Kandir tendría impactos negativos en el país. “Somos campeones mundiales en producción y suministro de alimentos gracias, en gran parte, a la Ley Kandir. Nos dio más competitividad para exportar a países que otorgan enormes subsidios para mantener a sus agricultores en el campo y aún imponen barreras injustas a nuestros productos”, dice Del Grande.
Para el líder, poner fin a la Ley Kandir significa exportar impuestos, reducir la competitividad y dificultar el acceso a los mercados exteriores. “Ya tenemos un problema logístico muy grave, que encarece mucho los costes de exportación. El fin de la Ley Kandir sería otro obstáculo importante. Vamos a perder mercados en el exterior que nos llevó décadas conquistar”, advierte Del Grande.
El representante de las cooperativas critica una tendencia a aumentar los impuestos al sector que ha sido el motor de la economía. “Durante mucho tiempo, la agroindustria ha tenido un superávit en nuestra balanza comercial. Cuando exportamos, introducimos divisas que impulsan la economía interna, aumentando el número de puestos de trabajo y mejorando considerablemente los ingresos de los gobiernos”, destaca Del Grande, añadiendo que, con la Ley Kandir, los ingresos no existen en la salida, sino que se superan con la entrada de moneda que mueve la economía.
Por: FECHA