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Sólo en diciembre del año pasado, Brasil exportó 370 mil toneladas de algodón, la mitad de su consumo interno en un año. Desde julio del año pasado se han exportado más de 1,6 millones de toneladas. Los datos provienen de Henrique Snitcovski, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Algodón – Anea.
“Hasta junio batiremos un nuevo récord de 2,3 millones de toneladas de algodón enviadas en este ciclo productivo”, celebró en una transmisión en vivo promovida por la Asociación de Productores de Algodón de Mato Grosso (Ampa). Sólo China representa 1/3 de la demanda de exportaciones, pero otros países como Vietnam, Pakistán, Turquía, Indonesia y Bangladesh compran productos brasileños.
El optimismo lo confirma Thomas Reinhart, uno de los mayores expertos en comercio de algodón del mundo. “La demanda china ronda los 10 millones de toneladas, la mitad de las cuales se destina al consumo interno”, explica.
Reinhart evalúa que el escenario es favorable para Brasil debido a las sanciones económicas a Estados Unidos, nuestro principal competidor, y al embargo a la importación de algodón y otros productos australianos. Estos factores favorecen una mayor penetración en el mayor mercado consumidor de plumas.
Para satisfacer la demanda de exportación y el consumo interno, Mato Grosso sigue siendo el principal productor brasileño. Para el cultivo que se está plantando se deben recolectar 2 millones de toneladas. Incluso con la reducción del área plantada, Paulo Aguiar, presidente de Ampa, se muestra optimista. “A pesar del retraso en la siembra debido al retraso en la cosecha de la soja, la producción del estado puede superar la previsión y la expectativa de la cosecha brasileña es de 2,7 millones de toneladas”, evalúa.
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La disminución del área plantada y la demanda de exportaciones preocupa al presidente de la Asociación Brasileña de la Industria Textil y de Confección – Abit, Fernando Pimentel. Para él, la recuperación de las ventas en el segundo semestre de 2020 superó con creces las expectativas, gracias a la ayuda de emergencia y otras medidas del gobierno federal. “De los segmentos que componen nuestra industria, la hilatura fue el único que tuvo un resultado acumulado positivo en 2020 respecto a 2019”, destacó.
Sin embargo, cree que este resultado podría no repetirse este año. “La euforia del consumo ha cesado y diciembre ya no fue lo que esperábamos”, valora. Parte de esto está relacionado con los aumentos en los precios de los alimentos, que están drenando una gran parte de los ingresos de las familias brasileñas.
Paulo Aguiar cree que la producción brasileña es capaz de satisfacer el consumo nacional, que ronda las 700 mil toneladas. “Aún nos quedan 330 mil toneladas de la última cosecha, que sumadas a la producción que se está sembrando serán suficientes para abastecer el mercado local e internacional”, concluyó.
Creada por Ampa durante la pandemia, la serie de eventos en línea reúne a expertos de Brasil, Estados Unidos, China y países europeos que discuten la producción, exportación y consumo de algodón en todo el mundo y las estrategias adoptadas.
Por: Noticias Agrícolas
