Una serie de 57 trabajos presentados en un Workshop realizado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en Argentina, resaltaron el alto potencial que tiene el cultivo de girasol para la agricultura global. La mayoría de ellas son contribuciones a la cultura relacionadas con la salud desde enfoques como la patología, la mejora genética o la biotecnología.
“Este taller es un espacio para discutir y proponer mejoras al trabajo que se viene realizando para, en el futuro, impulsar líneas de investigación que sean relevantes para el desarrollo de este cultivo”, dijo el presidente de la Asociación Argentina del Girasol, Guillermo Pozzi .
En este contexto, se destacan los recientes avances que se han logrado en la identificación de los factores que originan los vacíos de producción en este cultivo, los efectos de la fertilización nitrogenada y fosforada en la producción y calidad del aceite, el riesgo de residuos de herbicidas en girasol y su manejo, la identificación de fuentes de Tolerancia/resistencia a enfermedades. Además, también abarcan características asociadas a la productividad, obtención de polifenoles para uso industrial a partir de la cáscara de girasol y muchos otros temas.
Durante la reunión, los científicos concluyeron que las enfermedades que más preocupan hoy en día son el mildiú, el cancro, la Diaporthe/Phomopsis, el marchitamiento por Verticillium y la podredumbre. Respecto a Phomopsis, coincidieron en que los patógenos producen algunas pistas que brindan apoyo para ser estudiados y, en consecuencia, combatidos en el futuro.
Luego de este taller, el comité organizador del Congreso ASAGIR 2019 continúa con los preparativos de lo que será el gran encuentro de la cadena girasol que se realizará el próximo 2 de julio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Por: Agroenlace | Autor: Leonardo Gottems