La reciente ola de calor en Brasil fue notable en términos climáticos. Las temperaturas extremas afectaron al país, tanto en las zonas urbanas como en las rurales. Se batieron récords históricos, lo que provocó problemas en la salud, el suministro de agua y electricidad, así como pérdidas en la agricultura.
Comprender y afrontar estos fenómenos climáticos se vuelve esencial, ya que pueden volverse más frecuentes debido al cambio climático global. Las autoridades y la sociedad deben adoptar medidas de adaptación y mitigación para afrontar las consecuencias de estos eventos extremos y responder adecuadamente cuando ocurran.
Además, la ola de calor intensificó la preocupación por el cambio climático y la necesidad de adaptación y mitigación por parte de las autoridades y la población, destacando la importancia de medidas para hacer frente a eventos climáticos extremos.
Según el meteorólogo del Portal Agrolink, Gabriel Rodrigues, los registros son preocupantes, según los datos registrados en la plataforma de estaciones meteorológicas del Instituto Nacional de Meteorología: – 207 estaciones registraron temperaturas superiores a 38°C – 149 estaciones registraron temperaturas superiores a 39°C C – 76 estaciones registraron 40°C o más.
Las tres temperaturas más altas registradas fueron:
42,4°C en Oeiras – PI
42,9°C en Porto Murtinho – MS
43,0°C en São Romão – MG
*Actualización del 25.09.
El meteorólogo también destaca que, además, junto con la ola de calor, los niveles de humedad han alcanzado valores bajísimos. Algunas estaciones registraron niveles por debajo de 10%. Consiguiendo así que el clima se parezca al de un desierto. Por lo tanto, es probable que estas condiciones adversas continúen en los próximos días. Por lo que es importante que la población se mantenga hidratada y tome precauciones ante este escenario climático.
Vea a continuación los riesgos del calor exacerbado.
Para la vida humana: La exposición prolongada a esta combinación de calor extremo y baja humedad puede provocar deshidratación, insolación y otros problemas de salud graves. Es fundamental mantenerse hidratado y evitar la exposición prolongada al sol.
Para animales: Al igual que los humanos, los animales también sufren por la falta de agua y el calor excesivo. Corren riesgo de deshidratación, insolación y estrés. Mucha atención en las fincas.
Para cultivos: El estrés térmico puede provocar daños irreversibles a los cultivos, afectando a la producción agrícola y, en consecuencia, a la economía y la seguridad alimentaria.
Fuente: Aline Merladete | Agroenlace