Imagen: Pixabay
Los datos del sistema Deter, publicados este viernes (6) por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe) muestran que el mes de julio mostró una reducción de 15% en la deforestación en la Amazonía en comparación con el mismo mes del año pasado. Hasta el día 30 se talaron 1.417 km2 en 2021 frente a 1.659 km2 en 2020.
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Como resultado, el monto acumulado entre agosto de 2020 y julio de 2021, referencia del gobierno brasileño para calcular la deforestación, mostró una reducción de 5% en relación al período anterior. La tendencia debería confirmarse en diciembre, con la publicación del número oficial de deforestación anual por parte del sistema Prodes, también del Inpe. Es la primera caída en tres años.
Según el Instituto de Investigaciones Ambientales de la Amazonía (IPAM), el país ha alcanzado un nuevo nivel de deforestación. Al comparar el acumulado de Deter de los últimos tres años (2019, 2020 y 2021) con el acumulado de los tres años anteriores (2016, 2017 y 2018), se registró un incremento de 70%.
“A pesar de la reducción de un año para otro de 5%, seguimos experimentando niveles muy altos de deforestación en la Amazonia”, afirma el director ejecutivo del IPAM, André Guimarães. “Estamos en un momento crucial para el equilibrio climático del planeta y el mantenimiento de los bosques es la principal contribución que Brasil puede hacer a este desafío global en este momento”.
Otro problema es el aumento observado en la deforestación en los bosques públicos no asignados, una categoría de tierra bajo responsabilidad de la Unión y los Estados. En el primer semestre de 2021, 32% de los desmontes registrados por Deter se produjeron en estas zonas, mientras que 25% se registraron en propiedades rurales y 19% en asentamientos. “Es un claro indicio del avance del acaparamiento de tierras y de la ilegalidad”, explica el investigador principal del IPAM, Paulo Moutinho. “Los bosques públicos necesitan recibir acciones enérgicas por parte del gobierno, para frenar el avance sobre áreas que deberían estar protegidas por ley. En caso contrario, la reducción no se mantendrá”.
En el Cerrado la tendencia es contraria. En julio, la deforestación en este bioma aumentó en 84% de un año para otro: pasó de 360 km2 en 2020 a 661 km2 en 2021. Entre agosto de 2020 y julio de 2021, año de referencia del Inpe, la tasa fue de un acumulado de 5.102 km2, 23% más que el periodo anterior, cuando Deter acumuló 4.137 km2.
Los números confirman la tendencia creciente ya observada por MapBiomas, una iniciativa multiinstitucional de la que forma parte el IPAM. En 2020, la deforestación en el Cerrado aumentó 9%, según un informe publicado este año, con signos de ilegalidad en 99% de los casos. El aumento fue impulsado por Matopiba, región que cubre partes de Maranhão, Tocantins, Piauí y Bahía, y que concentró 77% del área talada.
Por: Eliza Maliszewski | Agroenlace