Después de establecerse a finales de la segunda semana de marzo, el mercado de pollos vivos de São Paulo presentó una sorpresa insólita: abrió la tercera semana del mes (del 13 al 18) proporcionando un ajuste de cinco centavos al producto, una cifra un tanto inusual. ocurrencia si se considera (1) el día de la semana (un lunes), (2) la época del mes (final de la primera quincena) y (3) el período religioso del año (Cuaresma, época de menor consumo de carne). ).
Aún mejor, sin embargo, fue la percepción de que era necesario un ajuste nuevo e inmediato, ya que la oferta se ajustaba absolutamente a la demanda. Así, todas las expectativas se centraron en la perspectiva de obtener, el martes (14), un nuevo ajuste de cinco centavos. Lo que, de ocurrir, traería como resultado que el precio del pollo vivo en São Paulo regresara al mismo valor que hace un año, reduciendo la brecha observada hasta entonces.
Sin embargo, pasó la semana y esta perspectiva no se confirmó. No porque cambiaron los fundamentos del mercado –que se mantuvo firme durante todo el período y continuó con oferta ajustada– sino porque, al iniciarse la segunda mitad del mes, el consumo volvió a mostrar su habitual caída.
Ante esta situación y el riesgo de creación de stocks, los mataderos recurrieron menos al mercado independiente, lo que les impidió obtener un segundo ajuste. Por lo tanto, con el precio sin cambios en R$2,75/kg, prevalece hasta el momento un valor promedio mensual (R$2,72/kg) de 2,90% inferior al promedio de febrero de 2016.
Teniendo en cuenta la oferta de productos, la tendencia natural “sería” que se mantuviera la estabilidad actual. “Lo sería”, explica, porque no tenemos idea de los efectos de la llamada Operación “Carne Fraca” sobre la marcha del mercado de la carne.
A primera vista –y a pesar de la “espectacularización” de la Operación y el enfoque circense de los medios de comunicación– el consumidor entendió que los casos denunciados eran aislados, sin tener la dimensión que se pretendía darles. Por tanto, la demanda tiende a sufrir pocos cambios, salvo las dificultades económicas que enfrenta la población. Se espera que el mismo entendimiento se extienda al mercado exterior. Y que se resuelvan todos los malentendidos creados.
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