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Según el ingeniero agrónomo y analista de mercado Cristiano Palavro, lo que más subió este año es el nitrógeno. “La urea acumula, en 2021, un máximo promedio de 234%, observándose un movimiento más agresivo desde finales de agosto hasta ahora”, señala. Según él, en el aumento de los fertilizantes influyeron varios factores, como los precios de los combustibles y de la energía en general, sumados a problemas logísticos sistémicos y específicos.
“Hoy las principales preocupaciones giran en torno a la restricción de las exportaciones de China, que debería afectar principalmente a los mercados de fosfatos y nitrógeno”, advierte. El experto explica que esto se produce por la dificultad de abastecimiento en el país y la priorización del suministro interno en detrimento de las exportaciones.
También hay problemas geopolíticos que afectan a otros países y al mercado, como es el caso de las restricciones comerciales en Bielorrusia que afectan directamente al suministro de potasa.
Crisis en el campo
El presidente Jair Bolsonaro mencionó, la semana pasada, que Brasil podría sufrir una escasez de alimentos en 2022 debido a la falta de fertilizantes provocada por la disminución de la manufactura china. La declaración tuvo lugar durante el acto de modernización de los estándares de seguridad y salud en el trabajo, en el Palacio del Planalto.
“Les avisaré con un año de anticipación: fertilizantes. Debido a la crisis energética, China está empezando a producir menos fertilizantes. El precio ya aumentó, aumentará más y habrá desabastecimiento. Por cada cinco platos de comida en el mundo, uno sale de Brasil. Vamos a tener problemas de suministro el año que viene”, afirma.
El feriado del 12 de octubre, Bolsonaro se encontraba en Guarujá para descansar con su familia. Durante un recorrido por la ciudad fue recibido por sus seguidores y volvió a mencionar la crisis de los fertilizantes. “Tenemos problemas por delante. Les hablo de la crisis de los fertilizantes”, afirmó.
Según el discurso del presidente, durante una reunión con el frente parlamentario del agro, se discutió la crisis y el Secretario Especial de Asuntos Estratégicos presentó el Plan Nacional de Fertilizantes, que se discute desde abril.
Como opción para los productores rurales, Bolsonaro citó el polvo de piedra, que es un producto nacional y está entre las principales opciones para sustituir al potasio. El Plan busca fortalecer políticas para incrementar la competitividad de la producción y distribución de insumos y tecnologías para fertilizantes en el país de manera sostenible.
En la práctica, con la elaboración del Plan Nacional de Fertilizantes, el Gobierno Federal quiere reducir la dependencia externa y aumentar la competitividad de la agroindustria brasileña en el mercado internacional.
Datos nacionales, difundidos por la Secretaría de Comercio Exterior del gobierno federal, indican que, considerando todo tipo de fertilizantes, de enero a agosto arribaron al país 24 millones de toneladas, 17% más que en el mismo periodo de 2020.
Diferencia entre fertilizantes químicos y polvos de roca.
Según el maestro en agronomía y especialista en fertilidad de suelos, Saulo Brockes, la principal diferencia entre los fertilizantes químicos y los polvos de roca es la solubilidad. Los fertilizantes químicos son sales solubles y fertilizan la planta por un tiempo limitado, sólo mientras esté disponible en el suelo. Estos productos son limitados, ya que se pierden por evaporación y lixiviación, donde las raíces ya no tienen acceso.
Al ser lixiviadas, estas sales provocan contaminación de efluentes e intoxicación del agua, lo que genera impacto ambiental. “La consecuencia del uso irracional de fertilizantes químicos y solubles es la salinización del suelo y la pérdida, que también puede deberse a la volatilización además de la lixiviación”, explica Saulo, quien también es coordinador técnico de Tratto FMX.
Los polvos de roca son lo opuesto a los fertilizantes químicos, pues son insolubles, es decir, no se pierden por lixiviación o volatilización, no salinizan ni degradan el suelo y el medio ambiente. Los polvos de roca son insolubles, pero biodisponibles, nutren y ponen los nutrientes a disposición de las plantas según la biodemanda del cultivo plantado.
En Brasil existen varias rocas utilizadas para la agricultura, como el Fino de Micaschisto (FMX), roca fosfórica y piedra caliza, que se utiliza para corrección, pero también es fuente de calcio y magnesio. FMX, por ejemplo, puede poner nutrientes a disposición de las plantas durante hasta un año, además de regenerar el suelo, restablecer el equilibrio del medio ambiente y acondicionar el suelo para mejorar la eficiencia nutricional.
Estos polvos de roca se venden en el mercado brasileño entre 100,00 y 500,00 R$ por tonelada. Si se compara con la misma cantidad de cloruro de potasio, el valor no llega a 5% del fertilizante importado. “El productor rural es libre de hacer cuentas y ver cuál será el ahorro al final de la producción”, señala el maestro en agronomía.
Por: Noticias Agrícolas