El aumento de las condiciones climáticas extremas en Brasil ha puesto en alerta a los ganaderos, que enfrentan olas de calor fuera de temporada. Ante este desafío surge entonces la pregunta: ¿cómo pueden los productores tomar precauciones y evitar pérdidas importantes al ganado provocadas por el “calor”?
La veterinaria María Antoanete Brandalize, gerente comercial de Quimtia Brasil, destaca la importancia de brindar agua fresca y de calidad al ganado durante períodos de altas temperaturas. “Además de ser tratada y potable, el agua necesita estar a una temperatura adecuada para su consumo. El productor debe 'probar el agua', colocando la mano para sentir si está en condiciones ideales”, subraya el experto.
Antoanete destaca que el número de bebederos disponibles debe ser suficiente, y el mantenimiento periódico de las tetinas y chupetes es fundamental para garantizar un agua de calidad. Incluso con estas precauciones, la deshidratación de los animales sigue siendo una posibilidad. En este sentido, el especialista sugiere el uso de electrolitos, como Nuvihidrate, una solución de sales electrolíticas aplicadas al agua, estimulando el consumo y reduciendo los riesgos de desequilibrio electrolítico y reducción de la ingesta de alimentos.
Para escenarios de lluvias intensas, el veterinario advierte sobre los desafíos que enfrentan los productores. El ganado, a menudo húmedo debido a la lluvia, tiende a gastar más energía para mantenerse caliente, lo que afecta el rendimiento animal. Luego, Antoanete sugiere estrategias como ventilación constante y cambiar de cama húmeda a seca, cuando sea posible, para mitigar estos desafíos.
Fuente: Aline Merladete | Agroenlace