La peste porcina africana ha llamado la atención sobre la situación en China. Desde que se identificó la enfermedad se han descartado casi 4 millones de cerdos. Altamente contagioso, no existe tratamiento y mucho menos cura, el virus está causando miedo en el mercado mundial. La enfermedad afecta a cerdos y jabalíes y no se transmite a los humanos. El primer caso en el mundo se identificó en África, en el siglo XX, entre cerdos salvajes. En 1957, la enfermedad se introdujo en Europa, en Portugal, a través de residuos de alimentos de aviones que contenían productos derivados de cerdos contaminados con PPA. En Brasil hubo casos en 1978, en la Región Metropolitana de Río de Janeiro. El país erradicó la peste porcina africana y se considera libre de enfermedad desde hace 35 años.
Desde septiembre de 2018, China se enfrenta a un problema que ahora ha alcanzado el estatus de epidemia. El país asiático tenía la mayor cabaña porcina del mundo (428 millones de cabezas), la mayor producción (54 millones de toneladas), el mayor mercado consumidor (55 millones de toneladas) y la mayor tasa de importación (1,56 millones de toneladas). Para que se hagan una idea de cuán gigantescas son estas cifras, el consumo por sí solo es 18 veces mayor que el de Brasil, por ejemplo. Hasta ahora la enfermedad se ha extendido a otros países, como Hungría, Mongolia, Vietnam, Camboya y Hong Kong.
El virus y la transmisión
La peste porcina africana es causada por un virus de ADN que ya tiene identificados 24 genotipos diferentes. La mayoría de ellos son muy contagiosos y provocan altas tasas de mortalidad. La proliferación es rápida. La principal forma de transmisión es por contacto directo entre cerdos o cuando estos animales ingieren productos porcinos contaminados o cadáveres de cerdos muertos que quedan en el ambiente. Una ruta menos común es la de las garrapatas que pasan de un animal a otro. El virus persiste en la sangre y los tejidos incluso después de la muerte, lo que facilita su propagación. Refrigerar y madurar la carne no inactiva el virus, que puede permanecer activo 11 días en las heces, 15 semanas en frigoríficos y hasta 6 meses en embutidos curados o ahumados.
La enfermedad es de notificación obligatoria a los organismos internacionales. El USDA, la agencia agrícola del gobierno de Estados Unidos, ya está desarrollando una vacuna. Sin embargo, si bien no está aprobado ni comercializado, en casos de brotes de enfermedades, es obligatorio el sacrificio sanitario de los animales y la adecuada disposición de los cadáveres.
Síntomas del PSA
El período de incubación de la enfermedad es de 4 a 19 días. En la forma aguda, el virus provoca enrojecimiento y hemorragias en la piel, anorexia, apatía, cianosis y falta de coordinación motora dentro de las 24 a 48 horas previas a la muerte; aumento de la frecuencia respiratoria; vómitos, diarrea (a veces con sangre) y secreciones oculares. Los casos menos graves traen fiebre, falta de apetito, depresión, signos respiratorios y abortos espontáneos, y pueden confundirse fácilmente con otras enfermedades.
Las pruebas de identificación se realizan en laboratorios oficiales con muestras de ganglios linfáticos, riñón, bazo, pulmón, sangre y suero.
Cuidado en Brasil
Brasil cuenta con un sistema de vigilancia de síndromes hemorrágicos que incluye pruebas de laboratorio para PSA como diagnóstico diferencial de la Peste Porcina Clásica (PPC). El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (Mapa) implementó precauciones en las fronteras y en la importación de productos agrícolas y alimentos procedentes de países donde se presenta la PPA.
En caso de un brote en el país, las acciones de control de la enfermedad incluyen el rápido sacrificio sanitario de todos los cerdos; la adecuada disposición de los cadáveres y la minuciosa limpieza y desinfección de las instalaciones; la designación de la zona infectada, con control del movimiento y tránsito de cerdos; e investigación epidemiológica detallada, rastreando posibles fuentes de infección y propagación, además de la vigilancia del área infectada y sus alrededores.
Recientemente se identificaron casos de peste porcina clásica en el Nordeste. Todos los animales fueron sacrificados. La PSC es causada por un virus diferente al PSA, es menos grave y tampoco se transmite a los humanos.
Correo: Marina Carvejani
Autor: Eliza Maliszewski
Por: Agroenlace