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La idea es obtener subsidios e información adicional sobre el proyecto de resolución que prevé que el nuevo modelo de comercialización de biodiesel cumpla con el porcentaje de mezcla obligatorio en la formulación de diesel B, en los términos de la Ley N° 13.033/2014 y en cumplimiento de la Resolución N° 14/2020, del Consejo Nacional de Política Energética (CNPE).
El presidente de la Comisión Nacional de Cereales, Fibras y Oleaginosas de la CNA, Ricardo Arioli, destacó que el biodiesel es un factor estratégico para el desarrollo de la agricultura brasileña.
Según él, Renovabio – Política Nacional de Biocombustibles – permitirá remunerar a los productores de materias primas de biodiesel, a través de CBios, incentivando la regularización socioambiental de las propiedades y de la forma de producción. Por lo tanto, los productores están interesados en la transparencia en todas las etapas de la producción y comercialización del biodiesel.
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“Estamos aquí para abogar por que se amplíe el plazo de cambio para que podamos comprender mejor los impactos directos e indirectos que tendrá un nuevo modelo en los productores de soja, algodón, girasol, aceite de palma y otras materias primas utilizadas en la producción de biodiesel”, afirmó.
Para Arioli, uno de los principales impactos estaría en el Sello Social Biodiesel, un programa altamente inclusivo para la agricultura familiar, principalmente en la producción de soja, principal ingrediente que genera biodiesel en Brasil.
“Analizar sólo el precio de venta no hace justicia a los innumerables impactos indirectos positivos que la producción y el uso regular de biodiesel trae a nuestro país”, afirmó.
El presidente de la Comisión Nacional de Cereales, Fibras y Oleaginosas de la CNA también destacó las ventajas que genera la industrialización de la soja en Brasil y el valor agregado a través de la producción de aceite y salvado, que tiende a reducir los costos de producción de carne y , en consecuencia, los precios para el consumidor brasileño.
Otro punto mencionado por Arioli es que la intensificación de la producción de carne de ganado -vía confinamientos y semiconfinamientos-, con el uso de harina de soja en la alimentación, es un factor de preservación ambiental, ya que reduce la presión para abrir nuevas áreas para nuevos pastos. .
“En estados como Mato Grosso, el mayor productor nacional de soja y carne vacuna, no tiene sentido para nosotros traer gasóleo para utilizarlo aquí, ya que estamos sentados sobre un verdadero biocombustible del presal. Pero el aumento de la mezcla de biodiesel y diésel tiene mucho sentido”, analizó.
Al encuentro asistieron representantes de la ANP, del Ministerio de Agricultura y asociaciones y empresas del sector.
Fuente: ACI | Recorte: Noticias Agrícolas
