Las recientes lluvias en las zonas productoras de café de Brasil han contribuido a la reducción del estrés hídrico y deberían inducir a las plantaciones a la floración “principal” del ciclo, pero aún persisten preocupaciones sobre la maduración de los granos que se cosecharán el próximo año, afirman los expertos dicho.
Los cafetales brasileños se vieron afectados por una grave sequía en septiembre, que hizo que el sector retirara sus apuestas de una “súper cosecha” en 2018.
Sin embargo, desde el fin de semana las lluvias han vuelto a afectar a los cultivos. En los últimos siete días, por ejemplo, llovieron 47,6 mm en el sur y sureste de Minas Gerais y 16,9 mm en la Zona da Mata de Minas Gerais, importantes regiones productoras del país, según el Agriculture Weather Dashboard, de Eikon. Terminal de Thomson Reuters.
“Como ha habido registros de lluvias en las zonas productoras de café de Paraná, São Paulo y también Minas Gerais, la perspectiva es… que provoquen inducción floral. Es muy probable que ésta sea la principal (floración)”, dijo el agrometeorólogo de Clima Rural, Marco Antonio dos Santos.
El director de la consultora Pharos, Haroldo Bonfá, coincide en que las actuales precipitaciones deberían inducir a las plantaciones a la segunda floración del ciclo.
“El arábica normalmente tiene tres floraciones”, dijo, considerando que los espacios entre una y otra son mayores este año -la floración anterior había sido a finales de agosto-, lo que puede generar granos con distintos estados de maduración al momento de la cosecha. , de junio de 2018.
“El gran problema es que los granos madurarán de manera diferente. En una misma sucursal, el productor encontrará diferentes granos, uno más verde, otro mediano y otro mejor. Las flores están muy espaciadas”, destacó Bonfá.
“En época de cosecha será complicado. Quizás el productor tendrá que hacer una cosecha escalonada, en cuotas, porque si cosecha todo de una vez tendrá problemas con la calidad del café”, agregó el especialista del Departamento de Economía Rural del Estado de Paraná (Deral ), Paulo Sergio Franzini.
“Estas floraciones espaciadas suponen un punto desfavorable para la maduración, que es desigual. Esto no es común”, dijo Franzini, destacando que las precipitaciones de los últimos días ayudan a frenar las pérdidas derivadas de la sequía, pero aún son insuficientes para compensar completamente el déficit hídrico.
"Necesitábamos una precipitación homogénea de más de 80 mm".
Según el pronóstico del Agriculture Weather Dashboard, se espera que las lluvias ocurran de manera más irregular y en volúmenes diarios menos significativos en Minas Gerais y São Paulo, en comparación con los últimos días.
Hasta el 18 de octubre, la expectativa es una acumulación de alrededor de 28 mm en la región de Ribeirão Preto (SP) y Zona da Mata (MG).
En el sur de Minas, se espera una mayor precipitación, de casi 50 mm, en el acumulado para el mismo período.
Fuente: Agroenlace