Los productores de la región Centro-Oeste del país iniciaron la temporada 2016/17 con mucha cautela. Con el fracaso de la última cosecha, principalmente por la falta de lluvias provocada por El Niño, muchos frenaron las inversiones en tecnología para intentar reducir costos y recuperar pérdidas. El diagnóstico proviene de Expedição Safra, proyecto que realiza un estudio técnico-periodístico de la producción de granos y, a lo largo de noviembre, visitó los campos de Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y Goiás.
En el ciclo 2015/16, el clima castigó a los tres estados del Centro-Oeste brasileño. La falta de lluvias, especialmente durante la temporada de llenado de cereales, provocó la pérdida de superficies enteras. “Algunos productores ni siquiera pudieron recoger la segunda cosecha porque no justificaba sacar del campo maíz con una productividad de 10 sacos por hectárea, cuando lo normal es de 100 sacos/hectárea. Los productores están temerosos en toda la región, tratando de recuperarse de la caída de la última cosecha”, destaca Antônio Senkovski, integrante de Expedição.
En Goiás, el estado que sufrió más pérdidas durante la segunda cosecha, muchos productores frenaron sus inversiones en fertilizantes. “En lugar de poner 100 bolsas de fertilizante, pusieron 80, el mínimo para tener un buen resultado. Un poco por miedo a que se repita la situación del año pasado, pero también porque una gran parte todavía tiene que pagar sus deudas”, destaca Senkovski. Las cooperativas de Goiás intentan renegociar los contratos de venta anticipada del ciclo anterior y utilizar la próxima cosecha como pago.
En Dourados (MS), los agricultores también tienen que rehacer los cálculos, ya que el costo de producción ha aumentado entre 30% y 35% desde el último ciclo. Según Expedição Safra, el ajuste de gastos se debe principalmente al mayor uso de pesticidas para combatir las malezas. Según Senkovski, los productores que no rotan cultivos ni cubren el suelo durante el invierno están teniendo que realizar tres aplicaciones antes de utilizar la semilla de soja.
Si la temporada pasada el villano fue El Niño, este ciclo el clima promete un respiro. Con la confirmación de la ocurrencia de La Niña moderada, hasta el momento no han faltado lluvias para la siembra. En algunas regiones, la temporada de lluvias llegó antes de lo previsto, lo que permitió adelantar el calendario. Según Senkovski, en la región de Nova Mutum y Campo Novo do Parecis (MT), y en el norte de Mato Grosso do Sul, la siembra de soja se adelantó hasta un mes. “Es un récord histórico. Nunca se había sembrado soja tan temprano”, destaca el integrante de Expedição Safra. Con anticipación, productores y cooperativas esperan obtener ingresos fuera de temporada, compuestos principalmente por maíz, palomitas de maíz, semillas de girasol, algodón y sorgo.
Fuente: Agroenlace