El experto destaca que la cosecha de Rio Grande do Sul se puede dividir en tres fases: La primera parte, cosechada antes de las primeras lluvias, fue de trigo de excelente calidad (FN y W superiores a 280) y productividad que alcanzó o superó los 3.000 kg/ha. El volumen cosechado fue de aproximadamente 20% del área total plantada.
“La segunda parte se cosechó después de las primeras lluvias, los días 28, 29, 30 y 31 de octubre, y se estimó en 25%. De este trigo cosechado se enviaron muestras para análisis, pero aún no hay resultados; Entró una cantidad muy pequeña, no significativa, de trigo con PH 76, nada por debajo. Y la productividad se mantuvo alta. La lluvia volvió el 01/11 (martes) por la noche y se fue ayer por la tarde; Llovió entre 60 mm y 100 mm, variando de una región a otra. Los daños se ven en una pequeña región”, evalúa Pacheco.
La tercera fase se refiere a los 55% restantes, que aún no han sido cosechados. El titular de T&F afirma que la productividad es excelente, superando en algunos casos los 3.000 kg/ha y por encima de la estimación inicial (2.750 kg/ha). De esta manera se mantuvo el volumen inicial previsto de 2,2 millones de toneladas.
“El aumento de la productividad está compensando en gran medida los pequeños problemas provocados por el acame, el granizo y las pérdidas localizadas. Como aún no hay resultados finales de los análisis de calidad, el mercado está esperando saber si toda la cosecha se puede destinar a molienda o una parte ha perdido su calidad y se comercializará como trigo forrajero”, afirma el analista.