Imagen: Pixabay
Desde hace algunos meses se debate sobre la posible ocurrencia del fenómeno de El Niño en el año 2023. Sin embargo, el punto en cuestión en este momento ya no radica en el “cuándo”, sino en el “cómo”. Según las actualizaciones de la Oficina de Meteorología (Centro Australiano) y la NOAA (Centro Americano), cada vez más señales en la atmósfera representan condiciones de El Niño.
A finales de mayo, el comportamiento de las precipitaciones y las temperaturas en Brasil mostraba signos de un patrón de El Niño. Con precipitaciones superiores a la media en el extremo sur, mientras que los volúmenes registrados estuvieron por debajo de la media en el norte.
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En el seguimiento semanal de las anomalías de la temperatura de la superficie del mar en la región donde se determina El Niño, los valores alcanzan los +0,8°C. Según el criterio del centro australiano, si el valor se mantiene durante todo el mes se puede decir que es el inicio de El Niño. Cabe mencionar que la NOAA considera una metodología diferente –más conservadora– donde las temperaturas deberían persistir +0,5°C por encima del promedio durante tres meses.
Además de este seguimiento en la superficie, desde mediados de marzo las temperaturas bajo el nivel del mar han sido superiores a la media hasta al menos 250 m de profundidad. Esto también refuerza la inminencia del fenómeno de El Niño y la rapidez con la que avanzamos en la transición a la neutralidad.
Pero al fin y al cabo, ¿cómo actuará este evento?
Debemos basarnos en lo que señalan las proyecciones. Sin embargo, lo que llama la atención sobre la formación de este evento es lo rápido que se ha ido sucediendo la transición, pasando de un evento de La Niña de 3 años a un evento de El Niño en tan solo unos meses.
Aún es pronto y especulativo para confirmar la intensidad y duración del evento. Sin embargo, según los escenarios de simulación por ordenador y lo que indican los centros de referencia, tendremos un El Niño potencialmente fuerte en verano (temperaturas +1,5°C por encima de la media), avanzando hasta el año 2024.
Fuente: Aline Merladete | Agroenlace