Imagen: Pixabay
Con una agenda centrada en la inspección y correcta clasificación del aceite de oliva virgen extra que ingresa al mercado nacional, los olivicultores dieron un gran paso esta semana en Brasilia. El Instituto Brasileño de Olivicultura (Ibraoliva) mantuvo una intensa agenda de reuniones en la Secretaría de Comunicación de la Presidencia y los Ministerios de Justicia y Agricultura.
El primer encuentro fue con el ministro jefe de la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia de la República, Paulo Pimenta. “Nos recibió con mucha atención y ya estaba comprometido con la causa”, dijo el presidente de la entidad, Renato Fernandes, explicando que el ministro remitió diversas causas del sector a diferentes órganos.
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Posteriormente, Fernandes tuvo dos reuniones técnicas. En uno de ellos, en el Ministerio de Justicia, Ibraoliva realizó una presentación de aceites de oliva vírgenes extra producidos en Brasil, con degustación. Al director del Departamento de Protección y Defensa del Consumidor, Ricardo Blattes, el instituto presentó nueve demandas y se prometió a todas ellas una breve respuesta. El segundo fue en el Ministerio de Agricultura, con el secretario ejecutivo Irajá Lacerda. El presidente de la entidad dijo que en una reunión interna del Ministerio se tratará el tema del fraude y clasificación errónea de los aceites de oliva virgen extra en Brasil, para lo cual ya se solicitaron nuevos subsidios.
Renato Fernandes destacó, en todas las reuniones en Brasilia, que es necesaria una intensificación inmediata del trabajo en el Panel Sensorial. El Panel, perteneciente al Ministerio de Agricultura y certificado por el Consejo Oleícola Internacional (COI), está formado por un grupo de personas capacitadas para catar un aceite de oliva e identificar aromas y sabores que, en función de la presencia o ausencia de defectos , puede indicar si un aceite de oliva es virgen, virgen extra o lampante, que es como se clasifican los aceites de oliva según la legislación brasileña. “Lo que queremos es una implementación más fuerte, un trabajo de divulgación de estos análisis que se están realizando con este alto índice de fracaso”, explicó Fernandes. Ibraoliva tiene una campaña permanente que tiene como objetivo aclarar la diferencia entre aceite de oliva virgen y virgen extra y que hay productos que ingresan al país con una clasificación incorrecta, generando confusión entre los consumidores que pueden verse perjudicados no sólo económicamente, sino también a su salud.
También entre las medidas solicitadas por Ibraoliva, además de controlar los aceites de oliva nacionales e importados, está conocer y comprender los beneficios fiscales y acuerdos comerciales para los aceites de oliva importados y verificar la posterior retirada de estos beneficios. El instituto también quiere apoyo del Ministerio de Agricultura y del Ministerio de Economía para la entrada de Brasil en el COI y facilitación y orientación para la exportación de aceite de oliva brasileño.
Por: Noticias Agrícolas