Imagen: Pixabay
Granja Tres Arroyos acaba de dar un paso significativo en el avance del mercado de carne cultivada en América Latina. La empresa argentina, líder en la producción de alimentos en el país, acaba de anunciar su ingreso al segmento a través de una alianza técnica con el Instituto de Investigaciones en Biotecnología de la Universidad Nacional de San Martín. Los esfuerzos de I+D comenzaron hace un año y el objetivo es tener una planta piloto en los próximos dos años.
Para que el sector de la carne cultivada alcance una escala comercial a precios asequibles para el consumidor, se necesitan altas inversiones en investigación y una estructura de producción sólida. Es este saber hacer el que Granja Tres Arroyos y sus 50 años de experiencia en el sector cárnico están aportando a este mercado.
Esta no es la primera iniciativa en el ámbito del cultivo de proteaginosas en el país. Argentina ya fue escenario de la primera degustación de carne cultivada en Sudamérica, en julio de 2021. La hazaña fue resultado de una investigación de la startup BIFE, de la división de bioingeniería del Laboratório Craveri y se desarrolló de forma privada. La cata sirvió como una primera prueba de concepto, sin perspectivas aún de llegar a la etapa de producción para el mercado.
La apuesta de Argentina por el cultivo proteico confirma la tendencia a la baja del consumo de carne en el país, que ha alcanzado su nivel más bajo en 100 años. El potencial de este movimiento es impactar la cadena a escala global, ya que Argentina es el mayor consumidor de carne per cápita entre los países emergentes, según datos de CiCarne.
“Con la unión de esfuerzos entre el sector privado y agentes gubernamentales, especialmente institutos de investigación y agencias reguladoras, es posible motivar el flujo de capitales y estimular el desarrollo de investigadores y profesionales dedicados a esta área tan estratégica para América Latina” , dice Raquel Casseli, Gerente de Compromiso Corporativo de GFI Brasil.
En su opinión, América Latina podría liderar el sector mundial de carnes cultivadas en los próximos años. “Los grandes actores, principalmente en Brasil, importaron tecnología y construyeron grandes laboratorios para que en el futuro sea posible producir carne cultivada a escala. Es una carrera de 100 metros. Es un maratón científico”, afirma el experto.
Conozca más sobre las iniciativas en Brasil:
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Brasil tiene las condiciones favorables para convertirse en líder en esta industria y ya hay grandes empresas brasileñas implementando iniciativas para hacer de la carne cultivada una realidad en el plato del consumidor.
JBS invertirá 325 millones de rands durante los próximos cuatro años para desarrollar carne cultivada a través de su Centro de Innovación Biotecnológica. De hecho, su centro de innovación alimentaria en Brasil tiene vacantes abiertas para científicos de diferentes áreas relacionadas con la innovación alimentaria a través del programa Especialistas en Biotecnología Avanzada, que se enfoca en la producción de carne cultivada.
En el ámbito de las startups las últimas noticias tampoco pueden ser más alentadoras. Ambi Real Foods, que nació con la promesa de convertirse en la primera empresa brasileña en producir carne cultivada con tecnología íntegramente nacional, acaba de producir su primer prototipo de hamburguesa de carne, con tecnología íntegramente nacional.
Sustinieri Piscis, startup que también quiere ser pionera en la producción de peces de cultivo en Brasil, completó la etapa de desarrollo de bancos de células para cinco especies de peces: mero, mero, lubina, lenguado y salmonete. “Estamos produciendo los Bancos de Trabajo e iniciaremos el proceso de utilización de los biorreactores para producir un prototipo (cría de pescado) hacia el primer trimestre de 2023”, afirma Marcelo Szpilman, director ejecutivo de Sustinieri Piscis.
Además, acaba de salir al mercado la primera empresa de cultivo celular centrada en el desarrollo de grasa de cerdo cultivada, Cellva. Según información de la empresa, “la tecnología Cellva proporcionará grasa animal sustancialmente más saludable y completamente segura frente a la contaminación que puede ofrecer la grasa de cerdo tradicional, con el sabor, textura y aroma exactos”. El producto podrá incorporarse a productos de origen animal, cultivados o elaborados a partir de plantas. También está previsto el desarrollo de otros alimentos a partir del cultivo de células.
En el ámbito académico, la carne cultivada también ha atraído la atención de cada vez más investigadores y ha generado los primeros resultados. Proyecto coordinado por Profa. La Dra. Aline Bruna da Silva, del Centro Federal de Educación Tecnológica de Minas Gerais (CEFET MG), en colaboración con la Universidad Federal de Minas Gerais, acaba de producir el primer prototipo de carne de pollo estructurada cultivada. La investigación que dio origen al prototipo (Andamios híbridos para pollo de cultivo) fue financiada por el Good Food Institute, a través del Programa de Incentivos a la Investigación.
Utilizando tecnología de impresión 3D, SENAI CIMATEC desarrolla carne cultivada y las pruebas realizadas hasta el momento buscan crear formulaciones para lograr la textura, apariencia y sabor de la carne convencional.
En colaboración con GFI Brasil, la UFPR, a través del Programa de Postgrado en Ciencias Veterinarias, ya capacitó a 107 estudiantes en la disciplina de introducción a la zootecnia celular, dedicada a estudios de carne cultivada. El siguiente paso será desarrollar el producto en el laboratorio.
La Escuela Senai Dr. Celso Charuri comenzó a ofrecer un curso sobre Técnicas de Cultivo con líneas celulares de mamíferos, con el objetivo de desarrollar habilidades relacionadas con el cultivo de líneas celulares.
En la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp), ahora se ofrece en el programa de Postgrado de la Facultad de Ingeniería de Alimentos la asignatura “Proteínas Alternativas: De Origen Vegetal, Fermentación y Carne Cultivada”. El objetivo es formar a los estudiantes presentando los fundamentos técnico-científicos de las proteínas alternativas para que puedan contribuir tanto al desarrollo de la ciencia como al crecimiento de la industria. En total, ya se han graduado 29 estudiantes.
Por: Agroenlace