A pesar de la escasa disponibilidad de grano de trigo y la fuerte demanda de salvado, los precios internos del cereal están cayendo a finales de agosto. Según empleados de Cepea, la presión proviene de la proximidad del inicio de la cosecha en el país –las actividades deberían comenzar en septiembre–. Así, los agentes del molino esperan que el trigo de la nueva cosecha ingrese al mercado nacional para retomar negocios de mayores volúmenes. Además, aún con las heladas y el déficit hídrico en los cultivos, la producción de esta cosecha podría ser récord, lo que genera expectativas de menores precios. Otro factor que también influye en el debilitamiento de los precios internos es la devaluación del dólar frente al real, considerando que este escenario vuelve más atractivo el cereal importado.