A diferencia de la soja y el maíz, cereales utilizados como alimento e insumos en la cadena productiva agrícola, el algodón es un commodity vinculado a la industria textil y cosmética. De esta manera, el cultivo, en fincas de todo Brasil y el mundo, tiene un vínculo importante con las pasarelas y el comercio minorista. En Brasil, la cosecha de la nueva cosecha ha ido ganando ritmo, pero con desafíos de comercialización en medio de la pandemia de coronavirus.
La Consultoría conversó con el gerente de compras de algodón de la Companhia Valença Industrial y coordinador del Comité Algodonero de la Asociación Brasileña de la Industria Textil y de Confección (ABIT), Sérgio Armando Benevides Filho, y con el diseñador Isaac Silva, para comprender cómo funciona esta La dinámica comercial funciona entre ambos enlaces.
Según las proyecciones señaladas por Benevides Filho, sólo este año Brasil producirá 2,90 millones de toneladas de algodón. El consumo interno absorberá 720 mil toneladas, es decir 60 mil toneladas mensuales. Sin embargo, según él, la pandemia presionó el consumo mundial, pasando de 26 millones a poco más de 22 millones, una disminución de 15%.
“A recuperação é lenta, o setor têxtil é um dos que mais vem sofrendo com a pandemia, principalmente a parte de baixo, ou seja, calça, bermuda, porque agora todos estão em lives/videoconferências, e ninguém precisa saber o que está vestindo en la parte de abajo. La gente está sin aglomeraciones, sin fiestas, básicamente trabaja desde casa”, reflexiona Benevides Filho.
DATAGRO también preguntó al diseñador Isaac Silva cómo impactó la pandemia en el sector de la confección. “Afectó no sólo a la moda, sino a todos los sectores. Este es uno de esos momentos que marcan al mundo. Como ya no tenemos guerras, como en el siglo XX, viviremos guerras de salud contra virus”, apuntó. “La industria necesitará fabricar tejidos tecnológicos, antibacterianos, para no tener que lavar ropa todo el tiempo”, afirmó Silva.
Además de apostar por cambios en la producción textil, con expectativas de una mejor demanda tras el pico de la pandemia, el diseñador también destaca el desconocimiento de algunos involucrados en el mundo de la moda con la materia prima: el algodón, pero destaca la importancia de trazabilidad. “Quiero que esto sea tendencia, que el creador y el consumidor sepan qué están comprando. Del campo a la pasarela, de las tiendas al cliente final”.
China, Estados Unidos, India, Pakistán, Uzbekistán, Brasil y Turquía representan alrededor de 80% de toda la producción de algodón del mundo. Sin embargo, en el comercio mundial todavía existen preferencias por algunos mercados con el argumento de que tendrían, por ejemplo, mayor calidad.
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“El gran problema es que el algodón estadounidense tiene el control HDI [Instrumento de Alto Volumen] y lo almacenan por lotes, por lo que colocan el lote con longitud, resistencia, micronario y calidad, todas similares”, dice Benevides Filho, que vislumbra ese avance tecnológico en la producción brasileña, a pesar de la disparidad entre países.
“Una de las diferencias que podemos tener es el tema del apilamiento de fardos por lote, y está el tema del control de semillas. La idea es conseguir semillas de la más alta calidad para brindar mayor uniformidad, pero es un tema muy delicado”, agrega Benevides Filho.
Asia
El conflicto comercial entre EE.UU. y China benefició a diferentes sectores agrícolas en Brasil, como la ganadería, la soja, el maíz y en el caso del algodón no fue diferente. El continente es uno de los principales mercados para la fibra brasileña, a pesar de tener importante producción interna.
“El último año fue excelente para el sector, esta guerra comercial entre ambos. China importó más algodón de Brasil que de Estados Unidos y fue precisamente el año en que la producción brasileña registró un récord. China compraba 10% de Brasil y pasó a comprar 35% de lo que importaba”, explica Benevides Filho. El volumen enviado estuvo cerca del consumo interno en Brasil.
Otros países del mercado asiático, uno de los mayores consumidores del mundo, están en el radar del comercio brasileño. “Marcelo Duarte, de la Asociación Brasileña de Productores de Algodón (ABRAPA), abre una oficina en Singapur precisamente para promover el algodón brasileño en el mundo”, dice el representante de ABIT. Abrapa cuenta con el apoyo de la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Apex-Brasil) en el proyecto.
Consumo industrial de fibras y filamentos en Brasil
El algodón es la materia prima natural más utilizada por la industria textil. En 2019, según información de ABIT, el commodity representó 46,1% de uso por parte de la industria, es decir, 720 mil toneladas. El poliéster sintético ocupa el segundo lugar. La industria nacional absorbió 36,3%, es decir 566 mil toneladas.
Exportar
Además de ser un gran consumidor interno, Brasil se caracteriza por ser un importante exportador de materias primas, con China como su principal comprador en 2019, según datos del Ministerio de Industria, Comercio Exterior y Servicios (MDIC) a través de Comex Stat. El gigante asiático generó 820 millones de dólares en ingresos y absorbió 31,5% del total enviado.
Vietnam ocupa el segundo lugar con unos ingresos de 326 millones de dólares. El país importó 13,7% del total enviado.
Por: FECHA
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