O acordo comercial entre o Mercado Comum do Sul (Mercosul) e a União Europeia (UE), fechado no fim de junho, deve impactar a economia brasileira em US$ 79 bilhões até 2035. A estimativa, informa a “Agência Brasil” é da Confederação Nacional do Comércio de Bens, Serviços e Turismo (CNC), que divulgou na última sexta-feira (11) estudo sobre a questão, durante a 2ª Conferência de Comércio Internacional e Serviços do Mercosul (CI19), realizada na sede da entidade, no Rio de Janeiro.
Considerando la reducción de barreras no arancelarias, el impacto podría alcanzar US$$ 112 mil millones en el período, según la CNC. Las cifras están ligeramente por debajo de las publicadas por el gobierno brasileño, de 87.500 millones de dólares y 125.000 millones de dólares, incluidas las barreras no arancelarias, durante 15 años. El presidente de la CNC, José Roberto Tadros, explicó que Brasil ocupa actualmente la presidencia pro témpore (temporal) del Consejo de Cámaras de Comercio del Mercosur (CCCM), y, por tanto, se coloca en la posición de liderar los debates sobre el acuerdo.
Relación de cambio
“El mercado externo es comercio, por eso somos parte de este contexto. No sólo en materia de intercambios sino también en materia de turismo y servicios, por lo que este es el lugar para abordar estos temas y las relaciones internacionales”, señaló. El economista del CNC, Fábio Bentes, uno de los responsables del estudio, explica que el monto se calculó sumando el saldo de la balanza comercial, estimado en US$$ 66 mil millones, a la inversión agregada, US$$ 13 mil millones, más US$$ 33 mil millones por la reducción. barreras como las fitosanitarias, hasta alcanzar los US$ 112 mil millones.
“Consideramos el crecimiento esperado de Brasil para los próximos años, de alrededor de 2%, 2,5%, y el crecimiento de Europa, que es un poco menor, de 1,2%, pero dado el tamaño de la economía del continente, esto también ayuda a potenciar el impacto positivo. del acuerdo. Otra premisa es el tipo de cambio, entre R$ 3,80 y R$ 4 hasta 2024, según el Boletín Focus del Banco Central, y luego reajustado por inflación”, argumentó.
Para él, el acuerdo es histórico y beneficiará a exportadores, importadores y consumidores. “Desde el punto de vista de nuestras exportaciones, la tendencia es beneficiar al sector agroexportador. Brasil es el segundo exportador de productos agrícolas a Europa y superará a Estados Unidos en cuestión de dos o tres años. Desde el punto de vista de las importaciones, nosotros, en el comercio y los servicios, si tenemos acceso a productos de calidad sin altas barreras arancelarias, importaremos bienes o servicios a menor precio y la población tendrá precios más competitivos”, explicó el economista.
El director de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, Carlos Arecco, destacó la importancia de abrir Europa a los países del Mercosur. “Un mercado como el europeo, donde está en juego una cuarta parte del Producto Interior Bruto (PIB) mundial, es algo tremendamente importante. Tenemos que trabajar y sacar bien la letra pequeña de los acuerdos que firmaron los gobiernos del Mercosur y de la Unión Europea, tuvieron 20 años para cerrar este acuerdo. Ahora depende de nosotros sacar esto adelante. Hoy el comercio y los servicios son prácticamente 70%, 80% de negocios en el mundo”, destacó.
También presente en la conferencia, el ministro de Estado de Comercio Exterior del Líbano, Hassan Mourat, explicó que su país también espera poder sumarse a este acuerdo con Europa, como ya lo han hecho otros países árabes, además de fortalecer el comercio y la amistad. con Brasil, país que, según él, alberga a unos 12 millones de personas de origen libanés y árabe.
“El Líbano está haciendo todo lo posible para convertirse en una zona franca para poder transportar todas las mercancías que vienen de América Latina, sirviendo de almacén para otros países como China y Medio Oriente. Por otro lado, [pretende] reforzar esta amistad entre Brasil y Líbano y también las relaciones comerciales y turísticas”, afirmó. El acuerdo Mercosur-UE aún debe ser ratificado por cada uno de los 32 países que componen los dos bloques para que entre en vigor. Las negociaciones comenzaron en 1999.