Veintisiete ciudades del Valle de Ivaí, norte de Paraná, emergen como el polo de producción avícola del estado. Las aves ocupan el segundo lugar después de la soja en cuanto a generación de riqueza se refiere. Según el Valor Bruto de Producción (VBP), indicador que resume las ganancias de los municipios en agricultura, muestra que en esa región se alcanzaron R$ 3,32, de los cuales 23,2% o R$ 771 millones provienen de la avicultura.
Apucarana: Avicultura y huevos de codorniz
De las 27 ciudades, 17 se dedican a la avicultura y en 8 la actividad ocupa el primer lugar en el VBP. En seis ocupa el segundo lugar del índice y, en otros tres, la actividad ocupa el tercer lugar.
Apucarana es la ciudad con mayor valor generado. En 2017 se recaudaron casi 117,7 millones de rands. La ciudad tiene 3 millones de aves alojadas y una producción de más de 15,5 mil toneladas al año.
Apucarana es la ciudad con mayor valor generado. En 2017 se recaudaron casi 117,7 millones de rands. La ciudad tiene 3 millones de aves alojadas y una producción de más de 15,5 mil toneladas al año.
En la producción de huevos de codorniz, el municipio logró más de 106,4 millones de unidades producidas y en la producción de huevos de gallina, R$ 134 mil mediante la producción de 648 mil unidades. Toda la industria avícola de la ciudad equivale a 42,3% del VBP total de la ciudad.
Arapongas: Producción de carne y huevos.
Arapongas es la ciudad donde la avicultura ocupa el mayor porcentaje del total del VBP. En 2017, el municipio generó 347 millones de rands en el campo, de los cuales 52,5%, o 182 millones de rands, derivaron de la avicultura. Con una cabaña de 1,8 millones de cabezas, el municipio produjo alrededor de 11 mil toneladas de carne de ave.
Además de la avicultura, la ciudad es la mayor productora de huevos de Paraná. En 2017, los 422,6 millones de huevos generaron 87,3 millones de rands. Los aviarios de gallinas ponedoras existen en el municipio desde hace más de 50 años, adaptándose a las tecnologías con el paso de los años.
ropa de cama para aves de corral
Como no ocupa mucho espacio, el aviario se puede mantener junto con otras actividades en la propiedad. La cama de aves, un material resultante de la producción, antes sin valor comercial, ahora puede usarse como fertilizante en plantaciones y venderse a empresas de biofertilizantes, agregando más valor comercial a la actividad.
Para el jefe del Centro Regional de la Secretaría de Estado de Agricultura y Abastecimiento (SEAB), Mário Bezerra Guimarães, la avicultura tiene potencial de crecer aún más en la región. “Tenemos varios mataderos en ciudades cercanas, lo que facilita el transporte y reduce costos. También está la vocación de la propia región, que tiene predominio de propiedades más pequeñas. Como los aviarios no ocupan mucho espacio, son una excelente opción”, afirma.
Según él, es fundamental el avance de la avicultura en la región. “La avicultura aumenta la producción rural y genera ingresos para la población rural. Esto tiene repercusiones no sólo económicas sino también sociales, contribuyendo a la reducción del éxodo rural y también proporcionando empleos dignos a esta población”, destaca.
Por: Agroenlace | Autor: EN LÍNEA