Esta vez funcionó: los productores de Paraná que confiaron en el pronóstico del tiempo y tiraron las semillas de soja “al polvo”, días antes de la llegada de las lluvias del pasado fin de semana, respiran aliviados. La lluvia fue uniforme y abundante en todo el estado, lo que debería favorecer la germinación.
La última encuesta del Departamento de Economía Rural (Deral) del Departamento de Agricultura de Paraná, difundida esta semana (10/03), pero que contiene informaciones de la semana anterior – antes, por tanto, de la llegada de las lluvias – muestra que el inicio La siembra de soja aumentó en pocos días de 2% a 16% del área total prevista. Las 867 mil hectáreas sembradas corresponden a 20 veces el territorio de la ciudad de Curitiba, que es de 43,5 mil hectáreas.
“Sin duda, en nuestro próximo estudio, esta superficie plantada aumentará significativamente. Llovió y hubo un respiro con tiempo seco, lo que es bueno para que la maquinaria entre al campo”, dice el economista Marcelo Garrido, de Deral.
En relación al maíz, que en este ciclo debería cubrir una superficie 16 veces menor que la de la soja, la siembra ya alcanzó las 114 mil hectáreas, o 33% de las 343 mil hectáreas previstas. En cuanto al desarrollo de la planta, 64% tiene buena calidad, 30% tiene calidad media y 5% tiene calidad baja. En la primera cosecha de frijol se cultivaron 65,4 mil hectáreas, o 33% del área total. La mayoría de los cultivos, 52%, se encuentran en buen estado, 44% en estado medio y sólo 4% se encuentran en mal estado.
“Los cultivos de soja, maíz y frijol de la nueva cosecha escaparon por poco de los efectos de la sequía. No debería haber mayores problemas. El principal resultado fue la frustración en la planificación, porque muchos productores quieren sembrar soja antes para poder sembrar también maíz antes, en la segunda cosecha”, señala Garrido.
De la cosecha anterior ya se ha cosechado trigo en 71% de las áreas, lo que equivale a 681 mil de las 962 mil hectáreas cultivadas. El estudio semanal de Deral muestra que 22% de los cultivos restantes están en buenas condiciones, 41% en condiciones normales y 37% en malas condiciones. Esta pérdida de calidad, según Marcelo Garrido, es principalmente reflejo de “la sequía entre junio y julio, y algo que se vio afectado por las heladas”. El trigo que aún no ha sido cosechado se encuentra en las etapas de fructificación (45%), maduración (42%) y floración (14%).
Para las próximas semanas la previsión es de normalidad climatológica, es decir, alternancia de días lluviosos y tiempo seco, lo que debería favorecer el desarrollo de los cultivos.
Fuente: Agroenlace
