Aunque parece una opción ventajosa, es muy probable que el plan de pagos de Funrural no sea una buena solución para el agronegocio. La afirmación proviene del presidente del Instituto de Estudios Fiscales, Rafael Nichele, según quien el plan de cuotas propuesto por el gobierno federal debe ser visto con cautela por los frigoríficos, las industrias que adquieren la producción rural y las cooperativas, por ejemplo.
Según Nichele, existen dudas sobre la aplicabilidad de la decisión del STF tomada en 2017 en relación a las empresas y cooperativas que adquieren producción rural como insumo para la industrialización, situación que configura la tributación del Fondo de Asistencia al Trabajador Rural.
“Existe una discusión sobre la responsabilidad de esta obligación tributaria para las empresas que presentaron demandas en los tribunales, reclamando el derecho a no cobrar Funrural, incluso después de la nueva decisión tomada por el STF en marzo de 2017. La pregunta que está abierta es si esta responsabilidad pertenece a la persona jurídica que adquiere la producción rural o al productor rural, al empresario individual”, explica.
Según el experto, las industrias deben analizar previamente antes de decidirse a adherirse a Refis, ya que hay casos de compradores de producción rural que tuvieron acciones legales que les eximían de retener el aporte y, por tanto, la decisión no les afecta. Según Nichele, la nueva decisión trae una idea de ajuste de cuentas, pero esta oportunidad debe evaluarse caso por caso.
Fuente: Agroenlace