El pollo vivo vendido en el interior de São Paulo comenzó julio y el tercer trimestre de 2017 con el mismo precio alcanzado al final del primer trimestre: R$2,50/kg. Hasta el momento (considerando también el pasado sábado 1 de julio), son 93 días en los que el pollo vivo desconoce las variaciones prácticamente diarias del mercado, salvo algunas operaciones realizadas a valores inferiores.
Aún no es un récord, pero tiende a convertirse en uno. El período anterior más largo de estabilidad para las aves vivas en São Paulo se registró el año pasado, entre el 31 de agosto y el 7 de septiembre, lo que significó 99 días sin cambios de precios. Pues bien: si esta semana no ocurre nada diferente (y no hay, por ahora, indicios al respecto), el próximo sábado 8 de julio el precio actual cumplirá 100 días de vigencia. Y el último récord será superado.
A valores actuales, la remuneración obtenida por el pollo vivo es 15% de la registrada hace un año, cuando el mercado también operaba en relativa estabilidad. Sin embargo, lo que ha pasado desapercibido es que desde mediados de junio el precio registrado también está por debajo del alcanzado hace dos años.
En otras palabras, en estos momentos el pollo vivo vale alrededor de 4% menos que en los primeros días de julio de 2015. Pero esta tasa de pérdidas tiende a aumentar, como hace dos años la apreciación se produjo durante el mes de julio, mientras que ahora continúa la tendencia de estabilidad.
Pero no solo. Aunque fue una pequeña diferencia, en julio de 2015 el maíz alcanzó un precio inferior al actual en el mercado paulista. Si a esto le sumamos los demás costos de producción (que, por supuesto, no han disminuido) y, sobre todo, la inflación acumulada en el período, de al menos 12%, tendremos un retrato fiel de la producción independiente de pollo. No sorprende que en São Paulo este segmento esté casi desapareciendo.
Fuente: Agroenlace