En nuevas proyecciones sobre las tendencias de la producción brasileña de carne de pollo, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) indica un volumen cercano a 13.450 millones de toneladas para este año. Y esto, de conseguirse, supondrá un incremento de poco más de 2%. Pero en comparación con lo que se produjo hace dos años, en 2015.
En relación a lo producido el año pasado, el incremento podría superar las 4%. Cabe señalar, sin embargo, que el USDA redujo la producción prevista inicialmente en más de 5% y que (datos preliminares) acabó siendo de 12.910 millones de toneladas, casi 2% menos que en 2015.
Estimada inicialmente (octubre de 2016) en 14.080 millones de toneladas, la previsión de producción para 2017 también se corrigió a la baja, reduciéndose en 4,5%. En cuanto a las exportaciones, aunque sufrieron una reducción respecto a la previsión inicial (-2.39%), el USDA proyecta una expansión de 10% en relación al volumen alcanzado en 2016. Cabe señalar, en este caso, que las cifras no incluyen los volúmenes relacionados a pies/patas de pollo. De ahí el volumen significativamente inferior al realmente registrado (en 2016, 90% del total indicado por SECEX/MDIC – 4,308 millones/t).
Tenga en cuenta también que existe cierta inconsistencia con respecto a la producción del año pasado (datos preliminares). Porque mientras el número de cabezas sacrificadas aumentó en 1.831 TP3T (de 6.295 millones en 2015 a 6.410 millones en 2016), el volumen de carne resultante disminuyó en 1.801 TP3T (de 13.146 millones/t a 12.910 millones/t). Y esto se repite, en cierto modo, en la previsión de producción para 2017. En relación con la primera previsión, mientras que el número de cabezas sacrificadas baja apenas 0,37%, el volumen de carne procedente de allí cae en 4,55%.
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