Uno de los principales municipios productores de hortalizas de Minas Gerais, Carandaí, ha llamado la atención por el aumento de agricultores que invierten en el cultivo de frutas. Visto como una vía alternativa de diversificación de ingresos para los productores, la fruticultura ha ganado espacio y preferencia en las propiedades familiares.
Los productores comenzaron a invertir en fruticultura en 2012, donde fueron instaladas las primeras Unidades de Demostración (UD), con el apoyo de la Empresa de Investigación Agrícola de Minas Gerais (Epamig) y Emater-MG, para la producción de higos, permitiendo además de frutas, la elaboración de dulces. Entonces se percibió que era necesaria una mayor inversión en la fruticultura. Algunos productores de Carandaí comenzaron a centrarse en la plantación de vides y con mayor número de UD y áreas cuidadas en proceso de expansión, el cultivo de uva ha crecido.
Las variedades “Niágara Rosada” y “Niágara Branca”, ambas de mesa, son las más cultivadas. Se da preferencia al buen precio alcanzado en el mercado y al gran reconocimiento por parte de los consumidores. La idea de los viticultores es acelerar la producción, comercializando el producto antes de la cosecha en São Paulo, obteniendo así mayores ganancias, ya que con mayor oferta de uvas, la tendencia es que el precio baje en Minas Gerais. Los plantones de vid plantados en Carandaí son producidos en el Centro Tecnológico Epamig Uva e Vinho, en Caldas-MG.
Carlos Alberto Nichele, viticultor de Carandaí, empezó a invertir en la plantación de vides hace tres meses y ya pretende expandirse. “Ya he cultivado fresas y otras frutas, pero ahora tengo la intención de invertir en la producción de uvas. A futuro debo aumentar los campos de siembra para obtener mayor rentabilidad”, planea Carlos, quien comenzó sembrando 300 plantones y ha estado buscando las mejores condiciones para obtener un resultado satisfactorio.
Según los investigadores de Epamig Paulo Norberto y Ângelo Albérico, la idea es expandirse a otras especies frutales como durazno, guayaba, atemoya, entre otras. “La propuesta es verificar el potencial productivo de estos frutales en la región, además de ampliar el área cultivada con frutas y aumentar el número de fruticultores, impulsando la producción frutícola en Carandaí y otros municipios de la región de Campo das Vertentes”, dice Paulo. Dice que, a partir de 2008, se implementaron Unidades de Demostración con frutales de zonas templadas en algunos municipios de la región, entre ellos: São João del-Rei, Tiradentes, Coronel Xavier Chaves, Prados, Resende Costa, Lagoa Dourada, Barroso, Piedade do Rio Grande y Carandaí.
Actualmente, el programa cuenta con 23 Unidades Demostrativas distribuidas en esos municipios, y en varias comunidades rurales de la región de Campo das Vertentes, como una forma de presentar una alternativa viable de generación de empleo e ingresos para los pequeños y medianos productores de esa región.
