Paraná se destaca en el escenario nacional de cultivo de organismos genéticamente modificados (OGM) con 7,23 millones de hectáreas (ha) de OGM plantadas, según el último relevamiento del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones de Agrobiotecnología (ISAAA). En Brasil, el estado ocupa el segundo lugar después de Mato Grosso, que tiene 12,68 millones de hectáreas cultivadas con OGM. Si fuera un país, Paraná ocuparía el sexto lugar en el ranking mundial de adopción de transgénicos (entre 28 países), por delante de países con importante producción agrícola, como China (3,7 millones de ha), Paraguay (3,6 millones de ha), Pakistán (2,9 millones de ha) y Sudáfrica (2,3 millones de ha).
En el Estado, la soja genéticamente modificada (GM) ocupa 4,88 millones de hectáreas, lo que corresponde a 94,2% del área total cultivada con el cultivo de oleaginosa. También son significativas las tasas de adopción del maíz y el algodón transgénicos, los otros dos cultivos con variedades transgénicas disponibles en Brasil, 92,4% (2,35 millones de ha) y 64,2% (552 mil ha), respectivamente. Para la directora ejecutiva del Consejo de Información Biotecnológica (CIB), Adriana Brondani, la región es fundamental para la agricultura del país “Es natural que en Paraná, un estado con una agricultura desarrollada, los agricultores aprovechen innovaciones y tecnologías para aumentar la productividad. y preservar el medio ambiente; Los OGM son una de las herramientas para ello”, analiza.
El uso de semillas transgénicas ha traído beneficios a Brasil, ya que facilitan el manejo de cultivos y pueden proporcionar ganancias de productividad, reduciendo la necesidad de ampliar las tierras cultivables para la producción de alimentos. Además, debido a las características adicionales de las semillas transgénicas, favorecen la adopción de prácticas agrícolas más sostenibles.
Fuente: Agroenlace